El Bosque de la Lealtad



En un verde y mágico bosque llamado Verdeterra, dos amigas inseparables, Ana y Sofía, pasaban sus días explorando y jugando entre los árboles. Un día, mientras recolectaban flores y conversaban sobre sus sueños, se encontraban con dos traviesos villanos: un zorro astuto llamado Rocco y una serpiente brillante llamada Serafina.

"Hola, pequeñas! ¿Quieren jugar un juego?" - dijo Rocco con una sonrisa pícara.

"¿Qué juego?" - preguntó Sofía, intrigada pero a la vez cautelosa.

"Un juego de escondidas. Pero si ganan, tendrán que darme todas las flores que recojan hoy. Si yo gano, me cuentan su secreto más grande" - agregó Serafina, enredándose entre las ramas, mostrando su brillante piel.

Las niñas se miraron, sabiendo que algo no estaba bien, pero la curiosidad las llevó a aceptar el desafío. Mientras contaban hasta diez, Rocco y Serafina se escondieron. Las niñas buscaron con todas sus fuerzas, pero pronto se dieron cuenta de que estaban perdiendo el tiempo y que Rocco y Serafina sólo querían jugar con ellas para decepcionarlas.

"Esto no es justo, debemos salir de aquí y buscar ayuda" - dijo Ana, y Sofía asintió.

Mientras volvían a casa, se encontraron con una hada llamada Liora, que iluminaba el lugar con su brillo.

"¿Qué les pasa, pequeñas? Se ven muy tristes." - preguntó Liora, al ver sus caras angustiosas.

"Rocco y Serafina nos hicieron jugar un juego engañoso y no sabemos cómo salir de esto!" - respondió Sofía, mirando a la hada con esperanza.

Liora sonrió, comprendiendo que las niñas necesitaban un plan. "La lealtad es muy importante. Si ustedes se apoyan mutuamente, podrán enfrentarse a esos villanos. Aquí hay algo que les ayudará" - dijo, entregándoles dos pequeñas piedras mágicas que brillaban intensamente. "Cuando estén en problemas, usen estas piedras y piensen en su amistad".

Ana y Sofía agradecieron a Liora y decidieron regresar al lugar donde se habían encontrado con Rocco y Serafina. Pero para su sorpresa, los villanos estaban tratando de hacer trampa, robando flores de otras parte del bosque.

"¡Ey! ¡Eso no se hace!" - gritaron las niñas al unísono.

Rocco y Serafina se dieron vuelta, sorprendidos por la valentía de las pequeñas.

"¿Y qué van a hacer ustedes?" - burló Rocco.

Ana y Sofía sostuvieron sus piedras, y al tocarlas, comenzaron a brillar.

"¡La amistad y la lealtad son más poderosas que cualquier truco!" - gritaron juntas. En ese momento, la luz de las piedras iluminó el mundo a su alrededor y los animales del bosque, al ver la luz, se unieron a las niñas.

Los pájaros, los ciervos y hasta los conejos se levantaron junto a Ana y Sofía, formando un gran círculo.

"No permitiré que sigan haciendo trampa en nuestro bosque!" - dijo Liora, emergiendo de la luz. "Ustedes deben aprender a compartir y a ser justos".

Rocco y Serafina, asustados por la valentía de todas las criaturas del bosque, comenzaron a retroceder.

"Está bien, nos vamos!" - dijo Rocco, mientras Serafina le daba un codazo. "Pero es porque tenían más amigos, ¡no por ustedes!".

Y así, los villanos desaparecieron entre los árboles, prometiendo no volver a hacer travesuras. Las niñas, agradecidas por la ayuda, supieron que la verdadera fuerza estaba en su amistad.

"¡Lo logramos! ¡La lealtad es nuestra mayor fortaleza!" - exclamó Sofía, abrazando a Ana.

A partir de ese día, Ana y Sofía no solo cuidaron el bosque y sus flores, sino que también compartieron su historia con otros, recordándoles que la lealtad y la verdad siempre triunfan sobre la trampa y la deshonestidad. Y desde entonces, el bosque de Verdeterra fue conocido como un lugar de amistad y magia, donde cada rincón estaba lleno de risas y aventuras, y donde las hadas siempre estaban allí para guiar a quienes lo necesitaban.

FIN.

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