El Canto de la Amistad

En una granja lejana, vivía Paco, el Galo Cantor, conocido por su hermosa voz que despertaba a todos al amanecer. Sin embargo, los días fueron pasando y Paco notó que nadie escuchaba su canto, ni siquiera los animales de la granja, que parecían más interesados en sus propias actividades. Triste y desanimado, decidió dejar su hogar en busca de un lugar donde su canto fuera valorado.

Mientras caminaba por el sendero, Paco se sentía cada vez más solo, hasta que se detuvo al escuchar una melodía suave y armoniosa. Siguió el sonido y se encontró con Xoana, la Gata Harmoniosa, sentada bajo un árbol, cantando dulcemente.

"Ola, Gata Harmoniosa! A túa voz é fermosa. Por que estás aquí tan soa?"

"Gracias, Galo Cantor. Estoy aquí porque siempre busqué un lugar donde mi canto pueda llevar alegría. Pero parece que también soy ignorada por los demás, como tú".

Paco se sintió comprendido, y al mirarla, decidió que no estaba tan solo. Juntos empezaron a cantar, combinando sus voces.

"¿Por qué no formamos una banda?", propuso Paco emocionado.

"¡Qué gran idea!", exclamó Xoana, y así comenzaron a ensayar todas las tardes bajo el árbol. La canción de Paco aportaba fuerza y energía, mientras que la voz de Xoana añadía melodía y dulzura.

Con el tiempo, decidieron que era hora de compartir su música con el mundo. Prepararon un concierto para invitar a todos los animales de la granja. Aunque al principio tenían miedo de que nadie llegara, la inesperada llegada de los animales llenó el lugar de felicidad.

Cuando comenzó el concierto, los animales, intrigados por las melodías, se acercaron a ver de dónde provenía la música.

"Miren, ahí está Paco y Xoana", dijo un conejo curioso.

Los dos amigos, emocionados, comenzaron a cantar juntos. A medida que sus voces se unían, los demás animales se unieron a la fiesta, saltando y bailando, disfrutando de la música.

Paco se dio cuenta de que al no ser escuchado, no solo se sentía aislado, sino que había olvidado que el verdadero valor estaba en compartir con amigos. Al final del show, los animales aplaudieron con alegría y pidieron más.

"Nunca pensé que habría tantos que disfrutarían nuestro canto", dijo Paco con una sonrisa.

"Sí, el verdadero éxito radica en hacer lo que amas con quienes amas", respondió Xoana.

A partir de aquel día, Paco y Xoana formaron el grupo más querido de la granja. Juntos lograron que muchos animales descubrieran lo hermosa que podía ser la música cuando se comparte. El canto de Paco finalmente resonó en toda la granja, y su amistad con Xoana se convirtió en una melodía que nunca dejarían de cantar. Así, aprendieron que, a veces, lo importante no es sólo ser escuchados, sino encontrar a quienes de verdad valoren nuestra voz.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.