El Gran Fiesta de la Sonrisa



Era un hermoso día soleado en el Bosque de los Dientes Brillantes. Todos los animales estaban emocionados porque se acercaba la Gran Fiesta de la Sonrisa, un evento especial donde todos mostraban su mejor sonrisa.

En la mañana, los pájaros cantaban alegremente:

"¡Pío, pío, ven a sonreír!" - decían.

Mientras tanto, la ardilla Sara estaba muy preocupada porque no le gustaba cómo se veía su sonrisa. Tenía un pequeño diente que le dolía.

"Oh no, ¿qué voy a hacer?" - pensaba Sara, mientras el viento suave hacía un sonido entre las hojas.

"¡Tengo que ir al dentista!" - exclamó.

La ardilla corrió por el sendero, haciendo crujir las hojas secas bajo sus patas. Cuando llegó a la casita del dentista, el conejo Rocco, se encontró con sus amigos: el ratón Miki y la tortuga Tula, quienes también tenían problemas con sus dientes.

"¡Hola, amigos! ¿vienen también a arreglar sus sonrisas?" - preguntó Miki, mientras el agua del arroyo sonaba refrescante.

"Sí, me duele un diente" - respondió Sara.

"Yo tengo un espacio entre mis dientes que no me gusta" - añadió Tula.

"Y yo sólo me olvidé de cepillarme esta mañana" - dijo Miki, un poco avergonzado.

Cuando entraron al consultorio, el dentista Rocco, con su bata blanca y su gorro divertido, les recibió con una gran sonrisa.

"¡Hola chicos!" - dijo alegremente. "Hoy vamos a hacer que sus sonrisas brillen. ¡Pero primero, hablemos de algo muy importante: el cuidado bucal!"

Los amigos se sentaron en las coloridas sillas mientras Rocco les mostró un cepillo de dientes gigante.

"Este es un cepillo de dientes, hay que usarlo todos los días, ¿saben por qué?" - preguntó Rocco.

"¿Para tener dientes blancos?" - contestó Tula entusiasmada.

"¡Exacto! Y para quitar toda la comida que se queda pegada y evitar que las bacterias hagan fiesta en nuestros dientes" - explicó Rocco, mientras por la ventana se oía a los pájaros cantar nuevamente.

Sara, tímidamente dijo:

"¿Y qué pasa si no me cepillo?"

"Las bacterias pueden causar caries, y eso produce dolor y hace que nuestros dientes no luzcan bien" - dijo Rocco, moviendo su cepillo gigante mientras todos escuchaban atentamente.

Entonces, los amigos aprendieron que debían cepillarse sus dientes dos veces al día, usar hilo dental y visitar al dentista una vez al año.

"¡Voy a cuidar mis dientes!" - exclamó Miki, mientras las hojas crujían al moverse en el viento.

"Yo también, quiero tener una sonrisa bonita para la fiesta" - dijo Tula feliz.

"Sí, todos vamos a tener sonrisas brillantes juntos" - comentó Sara, comenzando a sonreír.

Al salir del consultorio, los amigos se sintieron aliviados y decididos a cuidar sus sonrisas. Pronto se escuchó el sonido de tambores y risas en el aire.

"¿Escuchan eso? La fiesta ya comenzó!" - dijo Miki emocionado.

Corrieron hacia la Gran Fiesta de la Sonrisa, donde todos los animales mostraban sus dientes bien cuidados y brillantes.

"¡Vengan, miren nuestras sonrisas!" - gritó la liebre.

Sara, Miki y Tula se unieron a sus amigos y se sintieron orgullosos de poder sonreír sin preocupaciones.

"¡Qué lindas sonrisas!" - exclamó el búho, mientras las hojas danzaban en el aire.

El sol brillaba y todos bailarín de la alegría, anunciando que cuidarse los dientes era lo más divertido de todos. Con risas y música, la fiesta continuó hasta que el cielo se llenó de estrellas.

"¡No olviden cepillarse antes de dormir!" - recordó Rocco, mientras la luna iluminaba el bosque.

Desde ese día, Sara, Miki y Tula nunca olvidaron cepillarse los dientes y siempre estaban listos para la Gran Fiesta de la Sonrisa.

FIN.

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