El Gran Juego del Bosque



En un pequeño pueblo, rodeado de colinas y arboledas, vivían dos amigos inseparables: Lautaro y Sofía. Cada tarde, después de hacer sus deberes, se reunían a jugar en el bosque que estaba al borde del pueblo. El bosque era un lugar mágico, lleno de colores y sonidos que animaban su imaginación.

Una tarde soleada, mientras exploraban un rincón nuevo del bosque, Lautaro se detuvo de repente. ‘¡Mirá, Sofía! ’ dijo señalando un camino cubierto de hojas doradas. ‘¿Te animás a ver a dónde lleva? ’

Sofía sonrió con curiosidad y respondió: ‘¡Dale! Pero debemos tener cuidado, nunca hemos estado por aquí’. Ambos comenzaron a caminar por el sendero, riendo y contando historias de héroes y aventuras.

A medida que avanzaban, se dieron cuenta de que el camino se hacía más estrecho y oscuro. De repente, encontraron un pequeño claro con un lago brillante. Sin embargo, algo raro sucedió: un grupo de animales del bosque los miraba con ojos curiosos. Un zorro, un ciervo y una lechuza se acercaron lentamente.

- ‘Hola, amigos. ¿Por qué han venido a nuestro hogar? ’ preguntó el zorro con voz suave.

Sofía, sorprendida, respondió: ‘Veníamos a explorar. No queríamos molestar a nadie’.

El ciervo, con su gran mirada amable, dijo: - ‘No se preocupen, pero este lugar es un refugio especial. Solo aquellos que valoran la amistad y la aventura pueden permanecer aquí.’

Lautaro, intrigado, preguntó: ‘¿Cómo sabemos si realmente valoramos la amistad? ’

La lechuza, volando suavemente, contestó: - ‘Tendrán que completar un desafío. Si lo logran, probarán ser verdaderos amigos’.

Sofía se miró con Lautaro, y juntos asintieron con determinación. ‘¡Estamos listos! ’ gritaron al unísono.

El zorro explicó la prueba: debían reunir tres objetos del bosque que representaran su amistad. Sofía eligió una hoja de un bello color verde, Lautaro, una piedra con forma de corazón, y ambos encontraron una pequeña rama que se entrelazaba, simbolizando su conexión.

Al regresar al claro, nerviosos, presentaron sus hallazgos.

- ‘¿Qué significan para ustedes? ’ preguntó el zorro.

Primero, Sofía explicó: ‘Esta hoja representa la frescura y la alegría que siento con Lautaro’.

Luego, Lautaro dijo: ‘Esta piedra simboliza lo fuerte que es nuestra amistad, nada puede romperla’.

Y finalmente, alzando la rama entrelazada, ambos exclamaron: ‘Y esta rama muestra cómo nos apoyamos mutuamente en todo momento’.

Los animales sonrieron. - ‘Han demostrado entender lo que es la verdadera amistad. ¡Bienvenidos, amigos! ’, dijo la lechuza.

De repente, el lago comenzó a brillar más intensamente y las aguas se llenaron de luces. Los amigos se miraron con sorpresa y felicidad.

El ciervo agregó: - ‘Ahora, pueden visitar este lugar siempre que deseen, pero recuerden, su amistad será la clave para poder entrar’.

Lautaro y Sofía prometieron nunca olvidar lo que habían aprendido y se despidieron de sus nuevos amigos con una gran sonrisa. Al regresar al pueblo, por el camino de hojas doradas, supieron que aquella aventura fortalecería su unión para siempre.

Desde entonces, cada vez que volvían al bosque, la magia del lago y la calidez de sus corazones se hacían presentes, reafirmando el valor de la amistad verdadera. Y así, cada día se aventuraban a descubrir más, convirtiendo cada momento juntos en un tesoro.

Colorido y lleno de risas, el bosque siempre sería su lugar especial, un símbolo de la alegría, la lealtad y el amor que compartían como amigos. ¡Y todo gracias al Gran Juego del Bosque!

FIN.

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