El Gran Sueño de los Chicos de 5to



Era una mañana brillante en la escuela Pedro Domingo Murillo. Los estudiantes de 5to estaban emocionados, no solo porque el campeonato de futsal se acercaba, sino porque habían estado entrenando duro durante semanas. El equipo se llamó "Los Guerreros del Futsal" y tenían un sueño: ¡ganar el campeonato y llevarse a casa muchos balones de fútbol!"¡Este es nuestro año!", dijo Lucas, el capitán del equipo, con una gran sonrisa.

"Sí, somos el mejor equipo de la escuela!", respondió Sofía, la jugadora más rápida del grupo.

"No solo eso, ¡vamos a mostrarles a todos lo que podemos hacer!", agregó Mateo, siempre lleno de energía.

Los días pasaron volando y llegó el gran día del campeonato. El gimnasio estaba lleno de familias, amigos y compañeros de otras clases. Todos animaban a sus equipos. El primer partido fue reñido, pero "Los Guerreros del Futsal" demostraron su trabajo en equipo y su dedicación. Tras un partido emocionante, lograron ganar 3-2. La emoción fue indescriptible.

"¡Lo logramos!", gritó Sofía, saltando de alegría.

"Esto recién comienza, tenemos que seguir así!", recordó Lucas, manteniendo el foco en la meta.

Los siguientes partidos fueron igualmente intensos. Cada vez que anotaban un gol, el gimnasio estallaba en gritos y aplausos. Sin embargo, durante la semifinal, se encontraron con un equipo fuerte que jugaba muy bien. Después de un primer tiempo difícil, "Los Guerreros del Futsal" estaban perdiendo 2-0.

"No podemos rendirnos ahora, chicos!", gritó Mateo, mientras se preparaban para el segundo tiempo.

"Recuerden, juntos somos más fuertes!", agregó Sofía, mirando a todos a los ojos.

Con el apoyo del público y el ánimo de cada uno de los jugadores, el equipo se unió más que nunca. Hicieron cambios estratégicos y comenzaron a jugar en equipo de una manera sorprendente. En un giro inesperado, anotaron un gol en el minuto 10 y, poco después, Sofía hizo una jugada increíble logrando empatar el partido.

El tiempo estaba por terminar y el marcador seguía 2-2. En el último minuto, Lucas recibió un pase de Mateo, hizo una finta y ¡gol! El gimnasio estalló en vítores. Habían ganado la semifinal.

"¡Increíble! ¡Lo hicimos!", gritaba Sofía, abrazando a sus compañeros.

"Pero aún no hemos ganado el torneo, ¡vamos por más!", recordó Lucas, siempre con ese espíritu competitivo.

El día de la gran final, todos estaban ansiosos. Aunque tenían mucha energía y confianza, también sabían que el rival era fuerte. Antes de iniciar el partido, se sentaron en círculo en el vestuario.

"Hoy es nuestro día, pero más que ganar, debemos disfrutar jugar juntos", reflexionó Mateo.

"Sí, eso nos hace especiales, somos un equipo unido", añadió Sofía.

El partido comenzó y, a pesar de que el primer tiempo fue muy parejo, el segundo tiempo les trajo problemas. Al minuto 5, el equipo rival anotó un gol. Todos se sintieron desanimados, pero Lucas recordó lo que habían aprendido en cada práctica.

"¡No se rindan! ¡Juntos lo podemos lograr!", les motivó.

"¡Sí! ¡A demostrar lo que somos!", respondió Sofía, con el fuego encendido dentro.

Con determinación, se lanzaron al ataque. En el minuto 8, un tiro libre de Mateo rebotó en el palo.

"¡Tan cerca!", exclamó Mateo, pero Lucas lo alentó,

"No te preocupes, seguí intentando, ¡la próxima va a entrar!"

Finalmente, en el último minuto, un contraataque bien ejecutado les dio la oportunidad que esperaban. Sofía hizo un pase milimétrico a Lucas, quien la recibió y con un increíble tiro, convirtió el gol del triunfo.

"¡Goooool!", gritaron todos al unísono.

El tiempo se cerró y, con el último pitido del árbitro, "Los Guerreros del Futsal" se consagraron campeones del torneo.

"¡Lo hicimos, equipo!", gritó Lucas, con lágrimas de alegría.

"¡Mejor equipo del universo!", brincó Mateo mientras todos se abrazaban.

Cuando recibieron el trofeo y los balones de fútbol, sabían que aquella victoria no solo era por el trofeo, sino por todos los momentos vividos juntos.

"Los balones serán para que sigamos jugando y divirtiéndonos", propuso Sofía.

"Claro que sí, ¡compartimos con todos el próximo partido!", se animó Lucas.

Y así fue como, tras un gran campeonato, los niños de 5to de la escuela Pedro Domingo Murillo aprendieron que el verdadero triunfo está en la unión, la amistad y el esfuerzo compartido. Jugar juntos no solo los llevó a conseguir el trofeo, sino también a crear un lazo impenetrable que duraría para siempre.

FIN.

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