El León y el Ratón en el Bosque



Era un hermoso día en el bosque. Los árboles estaban llenos de hojas verdes y los pájaros cantaban melodías alegres. En un claro del bosque, un león majestuoso, con su brillante melena dorada, estaba descansando. De repente, un pequeño ratón pasó corriendo por su lado. Sin querer, el ratón tropezó con la pata del león y cayó al suelo.

- ¡Ay! - gritó el ratón, asustado.

El león, sorprendido, abrió los ojos y miró al pequeño animal.

- ¿Quién se atreve a molestarme? - rugió el león, frunciendo el ceño.

- Perdón, gran león. No fue mi intención - respondió el ratón, temblando de miedo.

El león, viendo lo pequeño e insignificante que era el ratón, decidió dejarlo ir.

- Está bien, pero no te vuelvas a cruzar en mi camino - dijo el león, cerrando los ojos nuevamente.

El ratón, aliviado, salió corriendo y murmuró:

- ¡Gracias, gran león! Siempre recordaré tu bondad.

Pasaron los días en el bosque. Un día, mientras el león cazaba, quedó atrapado en una trampa hecha por unos cazadores. Las cuerdas de la trampa lo mantenían firme y no podía escapar.

- ¡Ayuda! - gritó el león con todas sus fuerzas, - ¡Ayúdenme!

El ratón, que estaba cerca, escuchó los gritos del león y no dudó en correr hacia él. Al llegar, vio al gran león con su poderoso cuerpo atrapado.

- ¡Oh no! - exclamó el ratón, - ¡Tengo que ayudarlo!

El ratón comenzó a morder las cuerdas con sus afilados dientes.

- ¿Puedes hacerlo, pequeño? - preguntó el león, algo escéptico.

- ¡Claro que sí! - respondió el ratón con determinación.

Después de unos minutos de esfuerzo y con todo su valor, el ratón finalmente logró liberar al león de la trampa.

- ¡Lo logré! - exclamó el ratón, saltando de alegría.

El león, al verse libre, no podía creerlo. Se agachó y miró al ratón fijamente.

- No puedo creer que un pequeño ratón me haya salvado. Nunca debí subestimar tu valentía. - dijo el león.

- Y yo nunca olvidaré que un león puede ser amistoso y generoso - contestó el ratón.

Desde ese día, el león y el ratón se convirtieron en grandes amigos. Juntos exploraban el bosque, ayudaban a otros animales y compartían aventuras. El león aprendió que no se debe juzgar a los demás por su tamaño, y el ratón recordó siempre que, a veces, incluso los más pequeños pueden hacer grandes cosas.

El tiempo pasó, y su amistad se volvió legendaria en el bosque. Todos los animales hablaban de la historia del león y el ratón, y cómo la bondad y la valentía podían venir en todas las formas y tamaños.

- Juntos somos más fuertes - decía el ratón.

- Y juntos hemos aprendido a nunca subestimar a nadie - respondía el león.

Y así, el león y el ratón demostraron que la amistad no solo trasciende el tamaño, sino que también enseña a ser valientes y solidarios.

Y en el bosque, todos vivieron felices, recordando que la bondad y la valentía son cualidades que pueden transformar cualquier corazón.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!