El Misterio en el Cine



Una tarde soleada, Lucy y su amigo Tomás decidieron ir al cine a ver la última película de aventuras. Lucy estaba emocionada, porque era la primera vez que iría al cine con Tomás. "Esto va a ser genial!"- dijo Lucy, mientras caminaban hacia la entrada. "Sí, no puedo esperar a ver a nuestro héroe en acción!"- respondió Tomás sonriendo.

Una vez dentro, el aroma a palomitas llenaba el aire y las luces del cine chisporroteaban. Se sentaron en sus asientos y disfrutaron de trailers hasta que comenzó la película. Pero, algo extraño sucedió. A mitad de la película, Tomás se quedó mirando a la pantalla, con los ojos abiertos como platos.

"Tomás, ¿estás bien?"- le preguntó Lucy, preocupada. Pero Tomás no respondió. En su rostro, apareció una expresión de miedo. De repente, se desmayó y se cayó al suelo. "¡Tomás!"- gritó Lucy.

Lucy trató de sacudir a Tomás, pero él no reaccionaba. En ese momento, el proyector se apagó y el cine se sumió en la oscuridad. Lucy se dio cuenta de que estaban encerrados, y la puerta no se abría. "¡Ayuda!"- gritó, pero sólo el eco le devolvía su voz.

Mientras trataba de buscar una salida, vio que había una sombra extraña cerca de Tomás. "¿Qué estás haciendo?"- murmuró Lucy, aterrorizada. Justo en ese instante, unas luces de colores comenzaron a danzar por la habitación y una voz misteriosa susurró. "No te asustes, yo soy el Guardián del Cine. Cada película tiene su magia, y a veces, los que ven una historia muy intensamente pueden ser atrapados en su mundo..."-

Lucy frunció el ceño. "¿Pero qué significa eso?"- preguntó, confundida. "Tu amigo está más allá del miedo, y la única manera de traerlo de vuelta es enfrentando lo que le atrapó"- explicó el Guardián.

Tomás, que parecía estar en un trance, empezó a murmurar algo incoherente. "¡Tienes que ayudarlo!"- le urgió el Guardián. Lucy pensó rápido; necesitaba ser valiente. "Tomás, ¡regresa!"- gritó con determinación.

De repente, una luz brillante iluminó la sala y el Guardián dijo: "Solo tú puedes guiarlo de vuelta. Recuerda la amistad, el coraje y la imaginación. ¡Usa tu voz!"-

Lucy se acercó a su amigo y le susurró. "Tomás, somos un equipo. Despierta. Necesitamos terminar la película juntos. La aventura apenas empieza, ¡no te vayas!"- Su voz resonó en el aire como una melodía. Poco a poco, Tomás comenzó a mover los dedos y sus ojos parpadearon. "¿Lucy?"- murmuró, saliendo de su trance.

"¡Sí, soy yo!"- respondió Lucy, sonriendo con alivio. "¡Estamos atrapados! Pero juntos, lo lograremos."-

En ese momento, la policía apareció. Habían recibido reportes sobre un extraño comportamiento en el cine y finalmente lograron abrir la puerta. A medida que entraron, la luz volvió a brillar y la magia del guardián se desvaneció.

Lucy y Tomás se abrazaron fuertemente. "¡No puedo creer que estuviste en problemas!", exclamó Tomás. "Solo fue una aventura extraña, pero aprendí que a veces enfrentar lo desconocido nos hace más fuertes"- respondió Lucy, feliz de que todo estuviera bien.

Al salir, el sol brillaba y ambos amigos sabían que, sin importar lo que pase, siempre estarían juntos en cada aventura. Desde ese día, Tomás jamás volvió a ver una película sin estar atento. Y, por supuesto, los cines nunca fueron tan interesantes como aquel día.

Y así, Lucy y Tomás aprendieron que la amistad y el valor pueden ayudarlos a superar cualquier desafío, ¡incluso en el mundo mágico de las películas!

Fin.

FIN.

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