El ratón travieso y la cuervo valiente



Mousy era un ratón travieso que vivía en un pequeño agujero en la pared de una casa de campo. Siempre estaba en busca de nuevas aventuras y le encantaba jugar trucos a sus amigos. Sin embargo, había una sola cosa que lo ponía nervioso: su amor por Crowley, la cuervo que a menudo se posaba en el viejo sauce del jardín.

Mousy admiraba su plumaje negro brillante y su mirada inteligente, pero nunca se atrevió a decírselo. Un día, mientras Mousy estaba en su búsqueda de un poco de queso, encontró un tarro de queso viejo y delicioso que había sido olvidado en el fondo de un armario. Con los ojos brillantes de emoción, no pudo resistir la tentación y saltó dentro del tarro para disfrutar de su tesoro.

Pero, ¡oh, sorpresa! Mousy no se dio cuenta de que el tarro estaba muy resbaladizo y, cuando intentó salir, sus pequeñas patas no pudieron sostenerse.

"¡Ayuda!" gritó Mousy, desesperado, "¡Estoy atrapado en este tarro de queso!"

Crowley, que estaba volando cerca, escuchó el grito de su amigo. Muy preocupada, decidió volar hacia él. Al llegar, le vio atrapado y comenzó a pensar cómo podría ayudarlo. Fue entonces cuando tuvo una idea brillante.

"¡Mousy! No te preocupes, tiraré con cuidado de tu colita y te sacaré", le dijo Crowley con confianza.

"¡No estoy seguro de que eso funcione!" replicó Mousy, temeroso. Pero no tenía otra opción.

Con todo su esfuerzo, Crowley se acercó y, con suavidad, tomó la colita de Mousy con su pico y tiró con cuidado. Mousy sintió un tirón y, para su sorpresa, salió del tarro volando. Aterrizó justo en el suelo, mientras Crowley lo miraba, un poco preocupada.

"¡Lo lograste!" exclamó Mousy, lleno de alegría. "Eres increíble, Crowley!"

Sin pensarlo dos veces, Crowley se inclinó y le dio un suave beso en la mejilla. "Te dije que todo estaría bien. La amistad significa ayudarse mutuamente en los momentos difíciles".

Mousy sintió que su corazón latía más rápido. No solo había escapado, sino que también había recibido un gesto de cariño de su amiga. Pero aún había algo que le preocupaba, el hecho de que Crowley no sabía de su amor por ella.

"Crowley, hay algo que quiero decirte..." comenzó Mousy, un poco nervioso. "Siempre he pensado que sos la cuervo más hermosa y valiente que he conocido. Y creo que me gustas mucho".

Crowley lo miró sorprendida, pero su expresión pronto se transformó en una sonrisa. "¡Vaya! Yo también pienso que eres muy especial, Mousy. Nunca dudé de tu valentía", respondió.

Ambos se miraron con ternura, y a partir de ese momento, su relación se volvió aún más fuerte. Mousy aprendió que a veces debemos ser valientes y hablar de nuestros sentimientos, y Crowley se dio cuenta de que ayudar a los amigos trae felicidad a todos. Juntos decidieron explorar el jardín, recorriendo nuevas aventuras, siempre apoyándose el uno al otro.

Así, Mousy y Crowley crecieron en amistad y amor, recordando siempre que la valentía no solo está en conquistar miedos, sino también en abrir nuestro corazón a quienes más queremos.

FIN.

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