El Viaje de Lila y el Estrellita



En un pequeño pueblo rodeado de montañas y ríos brillantes, vivía una niña llamada Lila. Lila tenía una gran curiosidad por el mundo y siempre soñaba con aventuras. Un día, mientras miraba por la ventana, vio algo extraño en el cielo: una estrella que parpadeaba y parecía llamarla. Sin pensarlo dos veces, Lila decidió que debía conocerla.

Con su mochila llena de sueños y una linterna, Lila salió de su casa en búsqueda de la estrella. Mientras caminaba por un sendero iluminado por la luna, encontró un pequeño zorro que estaba sentado bajo un árbol.

"Hola, zorro. ¿Has visto alguna vez una estrella que brilla tanto como esa?" - preguntó Lila entusiasmada.

"Sí, Lila. Esa estrella está muy lejos, pero a veces se acerca para jugar. Dicen que tiene un corazón lleno de sueños" - respondió el zorro con una sonrisa.

Intrigada, Lila siguió su camino y el zorro decidió acompañarla. Juntos, pasaron por un bosque donde las flores cantaban y un río que susurraba secretos.

De repente, llegaron a un claro y frente a ellos apareció un pequeño planeta. Era del color de un dulce caramelo y tenía un letrero que decía: "Bienvenido a Estrellita".

"¡Mirá, zorro! ¡El planeta de la estrella!" - exclamó Lila emocionada.

Al pisar el planeta, Lila vio a la Estrellita, que tenía una sonrisa luminosa y ojos que brillaban como diamantes.

"¡Hola, Lila! ¡Hola, zorro! Me alegra que hayan venido a visitarme!" - dijo la Estrellita mientras giraba y danzaba como si estuviera en una fiesta.

"¡Hola, Estrellita! He viajado para conocerte y ver de qué se trata tu mundo" - respondió Lila.

"Este es un lugar especial donde los sueños se hacen realidad. Pero, ¿sabes? , también es muy importante cuidar de nuestros sueños, igual que cuidamos de nuestras plantas" - dijo la Estrellita mientras señalaba un jardín lleno de flores de colores.

Lila observó cómo las flores brillaban en armonía, pero de repente, notó que algunas estaban marchitas.

"¿Qué les pasa a esas flores, Estrellita?" - preguntó preocupada.

"Esas flores olvidaron lo que realmente son. Necesitan que alguien les recuerde cómo brillar. Cada una tiene un sueño especial, pero sin amor y atención, se apagan" - respondió la Estrellita con dulzura.

Lila decidió ayudar a las flores. Se acercó a ellas y comenzó a hablarles.

"¡Bailen, flores! ¡Canten! ¡Recuerden sus sueños!" - exclamó Lila, y así lo hizo.

Las flores comenzaron a moverse y a brillar nuevamente. Pronto, todo el jardín se llenó de luz y risas. La Estrellita miró a Lila con alegría.

"¡Lo has logrado! Has traído de vuelta la felicidad a este lugar. Lo importante no es solo soñar, sino también cuidar de esos sueños. ¡Cada uno es especial!" - dijo la Estrellita.

Lila se sintió feliz y comprendió que los sueños eran como las flores: necesitaban atención y amor. La noche llegaba y era hora de regresar a casa.

"Gracias, Estrellita. Nunca olvidaré lo que he aprendido aquí" - dijo Lila mientras se despedía.

"Vuelve siempre que necesites recordar, y con el tiempo, cuida de tus sueños, Lila" - respondió la Estrellita, guiñándole un ojo.

Cuando Lila regresó a su pueblo, la luna brillaba en el cielo y ella sintió su corazón lleno de nuevos sueños. Desde ese día, cada vez que miraba las estrellas, recordaba que no sólo era importante soñar, sino también cultivar esos sueños con amor.

Así, Lila nunca dejó de soñar y siempre se aseguró de cuidar de cada uno de aquellos sueños que iluminaban su vida.

FIN.

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