El Viaje de los Amigos del Bosque



Era un día soleado en el bosque encantado, donde vivían un oso llamado Bruno, una niña llamada Sofía, un perro llamado Rocco y un loro llamado Paco. Una mañana, mientras paseaban, Sofía tuvo una idea brillante.

"¡Chicos, salgamos a explorar la playa!" - dijo Sofía emocionada.

"¿Playa?" - preguntó Rocco, moviendo su cola con alegría. "¡Me encanta correr por la arena!"

Así que los amigos decidieron hacer un viaje a la playa. Al llegar, se sorprendieron al ver una ballena gigantesca saltando en el mar, y Sofía se quedó maravillada.

"¡Miren eso! ¡Es una ballena!" - exclamó Sofía, con los ojos brillando de alegría.

Bruno, el oso, se sintió un poco asustado.

"¿Es segura?" - preguntó nervioso.

"¡Claro que sí, Bruno!" - respondió Rocco. "Las ballenas son amigas del océano. Además, estamos aquí para aprender sobre ellas."

Sofía siguió explorando y encontró un pequeño pez atrapado en una red.

"¡Miren, un pez!" - gritó. "Pobrecito, hay que ayudarlo!"

"¿Pero cómo lo hacemos?" - preguntó Paco, planchando sus alas.

"Con cuidado, sigamos trabajando juntos. Bruno, empujá la red; Rocco, sujetá al pez; y yo lo sacaré" - organizó Sofía.

Después de varios intentos, con un gran esfuerzo y amistad, lograron liberar al pez.

"¡Gracias, amigos!" - dijo el pez, con una sonrisa. "Ahora puedo nadar libremente. Los ballena y yo queremos hacer una fiesta, vengan a celebrar con nosotros!"

Sin pensarlo, Sofía, Bruno, Rocco y Paco aceptaron la invitación.

Llegaron a la aventura de la fiesta submarina, donde conocieron a una serpiente marina que se movía entre los arrecifes de coral.

"Hola, amigos, tenemos un mango fresco para compartir en la fiesta, ¿quieren?" - preguntó la serpiente con un guiño.

"¡Me encantaría!" - dijo Sofía, mientras lamía sus labios.

Los amigos se unieron a la celebración, nadando y disfrutando de la friolera de frutas tropicales, música de las olas y risas. Durante la fiesta, todos compartieron historias sobre sus vidas y lo que aprendieron en sus travesías.

"Desde hoy, somos amigos del océano y sus habitantes", declaró Sofía, levantando su mano a modo de brindis. "¡Por la amistad!"

"¡Por la amistad!" - replicaron todos, incluidos los animales del mar que se unieron al canto.

Cuando la fiesta terminó, el océano invitó a Sofía y sus amigos a regresar cualquier día porque siempre serían bienvenidos. Emocionados y con nuevos lazos, el grupo partió. Sofía sonreía mientras se imaginaba nuevas aventuras por venir, sabiendo que juntos podían lograr grandes cosas.

Al regreso, Sofía observó con atención cada detalle del paisaje. Aprendió que el océano y la tierra son importantes y que debemos cuidarlos siempre.

"Hagamos cada día como un día especial para cuidar a nuestros amigos del mar y del bosque, ¿les parece?" - propuso Sofía.

"¡Sí!" - respondieron al unísono Rocco, Bruno y Paco.

Y así, prometieron cuidar siempre de su hogar en el bosque y ayudar al maravilloso océano, viviendo aventuras que jamás olvidarían.

FIN.

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