El Viaje del Tomatito



Había una vez un pequeño tomatito llamado Tomi. Tomi vivía feliz en una huerta llena de color, rodeado de verduras y hortalizas de todos los tamaños y formas. Era un tomatito juguetón, siempre brincando y jugando con los demás vegetales.

Un día, mientras sus amigos, la zanahoria Caro y el pimiento Pipo, jugaban a las escondidas, Tomi decidió que quería probar algo nuevo.

"¡Voy a brincar más alto que nunca!" - exclamó entusiasmado.

Caro y Pipo lo miraron con preocupación.

"Tomi, ¿seguro que es buena idea?" - dijo Caro.

"¿Qué puede salir mal?" - respondió Tomi, desafiando a la gravedad.

Así que el pequeño tomate comenzó a saltar. ¡Saltó y saltó! Cada brinco lo llevaba más alto. Pero en su último salto, ¡algo increíble ocurrió!"¡Ahhh!" - gritó Tomi mientras se elevaba como un cohete, pero al llegar a la cúspide de su salto, un rayo de sol brillante lo deslumbró, y en su locura de brincar, se estrelló contra una nube fluffy.

Con un gran *splash*, Tomi se hizo puré. En un instante, todo su ser se convirtió en un delicioso puré de tomate.

"¡Ay, no!" - lloró Tomi en su nuevo estado. "¿Qué me ha pasado?"

Los otros vegetales llegaron corriendo, confundidos y asustados.

"¡Tomi, ¿dónde estás?" - gritó Pipo,

"¡Aquí estoy! Pero... soy un puré ahora..." - respondió Tomi, medio triste y medio divertido.

Caro se acercó preocupada.

"No te preocupes, amigo. Siempre podrás darles sabor a otros platillos. Eres especial, aunque no luzcas como antes."

Y así, los tres amigos llevaron a Tomi en un plato, hacia el cielo de los ketchup, donde todos los purés se reunían. Al llegar, Tomi se encontró con otros pulpas de tomate, salsa y ketchups que le sonrieron.

"¡Hola, nuevo puré! Bienvenido al cielo de los ketchups!" - exclamó Kety, un ketchup de frascos brillantes. "Aquí todos somos deliciosos!"

"¿De verdad?" - preguntó Tomi con asombro. "¿Y puedo seguir siendo útil?"

"¡Claro que sí!" - dijo Kety emocionada. "Tú puedes realzar platos de todo tipo, ¡eres una estrella en la cocina!"

Tomi se sintió orgulloso y feliz, a pesar de su transformación. Pronto descubrió que su nuevo papel podía hacer que las pastas, las pizzas y muchas comidas fueran más sabrosas y disfrutadas por todos.

Pasaron los días, y cómo Tomi se convirtió en una parte crucial de muchas comidas, sus amigos Caro y Pipo vinieron a visitarlo.

"¡Tomi! Te extrañamos en la huerta, pero verte brillar aquí es increíble!" - dijo Caro contenta.

"Sí, ahora eres parte de algo más grande y delicioso!" - agregó Pipo.

Tomi sonrió con satisfacción,

"Quizás no brinqué como antes, pero he encontrado un nuevo propósito. ¡Puedo hacer feliz a la gente!"

Y así, el tomatito que un día fue juguetón, se transformó en un sabroso puré, y encontró su camino hacia el cielo de los ketchups, _ donde aprendió que, aunque las cosas no siempre salen como uno desea, siempre hay una nueva oportunidad para ser útil y hacer feliz a los demás.

Desde ese día, Tomi el puré nunca dejó de brillar en la cocina, demostrando que cada cambio puede llevar a algo maravilloso.

FIN.

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