Kico y la lluvia mágica



Era un día lluvioso en el pequeño pueblo de Lluvialandia. Gabby, una niña de cabellos rizados y sonrisa contagiosa, miraba por la ventana mientras la lluvia caía con fuerza. Sabiendo que sus amigos siempre estaban listos para una aventura, decidió invitarlos a su casa.

"¡Hola chicos!" exclamó Gabby cuando sus amigos, Tomi, una niña valiente con trenzas, y Leo, un niño curioso con gafas, llegaron. "¿Quieren jugar?"

"Por supuesto, pero... ¿qué hacemos con toda esta lluvia?" preguntó Leo mientras se sacudía los zapatos chorreantes.

"¡Tengo una idea! Vamos a hacer una búsqueda del tesoro en mi casa. La lluvia no nos detendrá", dijo Tomi con una gran sonrisa.

Mientras discutían las pistas para la búsqueda, de repente escucharon un ligero maullido detrás del sofá. Gabby se agachó y ahí estaba Kico, un adorable gaticornio bebé, mitad gato y mitad unicornio. Tenía un pequeño cuerno brillante en su frente y su pelaje era suave como el terciopelo.

"¡Miren esto!" exclamó Gabby maravillada. "¡Es un gaticornio!"

"Pero... ¿de dónde salió?" preguntó Tomi, intrigada. Kico maulló de nuevo y los niños supieron que necesitaba ayuda.

"Pobre Kico, parece perdido. Debemos cuidarlo hasta que encuentre a su familia", dijo Leo mirando al gaticornio con ternura.

"¡Sí! Pero primero, necesitamos una cuna. Tengo una caja grande en mi cuarto", sugirió Gabby emocionada.

Los tres amigos corrieron a su habitación, y allí, entre risas y juegos, construyeron una pequeña cuna con almohadas y mantas. Kico se acomodó felizmente y los niños se sintieron felices de tenerlo a su lado.

"¿Qué le gusta a Kico?" preguntó Tomi.

"Seguro debe tener hambre", respondió Gabby.

"¡Tengo un poco de leche y comida para gato!" dijo Leo.

Fueron a la cocina, y mientras llenaban un platito para Kico, Gabby recordó algo importante.

"Chicos, tal vez Kico está asustado. Tenemos que hacer que se sienta seguro", dijo Gabby, mientras acariciaba suavemente la cabeza del gaticornio.

Los niños comenzaron a contarle historias sobre aventuras emocionantes y mundos mágicos. Al poco tiempo, Kico se sintió más tranquilo y empezó a jugar con ellos. Galopaba de un lado a otro, saltando como un pequeño unicornio. Gabby y sus amigos se rieron a carcajadas.

Pero mientras jugaban, la lluvia empezó a cesar y un rayo de sol iluminó la habitación. "¿Y si Kico tiene una familia que está buscándolo?" preguntó Tomi.

"¡Deberíamos buscarla!", dijo Leo con entusiasmo.

Salieron al jardín y empezaron a llamar por Kico. "¡Kico! ¡Kico!", llamaron mientras lo sostenían. En ese momento, vieron un grupo de pequeños gaticornios que jugaban en el campo de flores al final de su jardín.

"¡Miren!", gritó Gabby, apuntando emocionada. Kico se volvió hacia ellos, sus ojitos brillaban de alegría.

"¡Es su familia!", exclamó Tomi. Los amigos comenzaron a saltar emocionados.

Pero cuando Kico escuchó a sus hermanos, se quedó quieto, como si no supiera qué hacer.

"¿Por qué no va?" preguntó Leo.

"Tal vez tiene miedo de dejarnos", sugirió Gabby.

Tomi se arrodilló junto a Kico y le dijo tiernamente: "Sabemos que te queremos mucho, pero ellos son tu familia. Siempre estaremos aquí para ti."

Kico dio un pequeño paso hacia sus hermanos, y con un movimiento decidido, se unió a ellos. ¡Qué alegría se sintió en el aire! Los gaticornios saltaron y jugaron juntos, llenando el jardín de risas y magia.

Los amigos miraron con satisfacción cómo Kico encontraba su lugar con su familia.

"¡Mirá, Gabby! ¡La lluvia ha parado!", dijo Leo.

"Sí, y hemos hecho un nuevo amigo todavía más especial", agregó Tomi sonriente.

Y así, bajo un cielo despejado y con un arcoíris brillante, Gabby y sus amigos supieron que siempre habría nuevas aventuras esperándolos, incluso en los días más lluviosos. Después de todo, cuidar a Kico fue más que una simple tarea; fue un lindo recordatorio de que la amistad y la familia, tanto la elegida como la biológica, siempre valen la pena.

El juego se convirtió en un nuevo final feliz para Gabby y sus amigos, quienes, después de ese día, siempre recordarían a Kico y su mágica familia de gaticornios.

FIN.

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