La Aventura de la Alimentación Saludable



Era un día soleado en el barrio de Colibrí, donde vivían muchos niños alegres. Pero, algo preocupaba a Lila, una pequeña con grandes sueños. Sus amigos, Milo, una ardilla traviesa, y Tobi, un perrito muy curioso, siempre optaban por dulces y comida chatarra, dejando de lado las frutas y verduras.

Un día, Lila decidió que era hora de hacer algo al respecto. Se acercó a Milo y Tobi mientras ellos devoraban un gran paquete de galletitas.

"¡Hola, chicos! ¿No creen que sería genial hacer un picnic con comida más saludable?"

"¡Pero las galletitas son ricas!" - contestó Milo, cubierto de migas.

"Sí, pero hay cosas que son igual de ricas y nos hacen sentir mejor. ¡Vamos a descubrirlo juntos!" - dijo Lila emocionada.

Milo y Tobi, intrigados, aceptaron la propuesta. Así que, al día siguiente, partieron hacia el bosque, donde se encontraba el viejo árbol sabio, conocido por tener la mejor fruta de todo el barrio.

"¡Hola, árbol sabio!" - saludó Lila.

"¡Hola, pequeños! ¿Qué los trae por aquí?" - preguntó el árbol con su voz profunda.

"Queremos aprender sobre comida saludable porque nuestros amigos están eligiendo cosas poco saludables" - explicó Lila.

El árbol sonrió.

"Entiendo. La alimentación es muy importante. Aquí, vean estas frutas: la manzana crujiente, la dulce pera y la jugosa naranja. Tienen muchas vitaminas que nos ayudan a ser fuertes. Además, también hay verduras ricas como las zanahorias y los brotes de alfalfa.

- “¡Las zanahorias son mis favoritas! ” - exclamó Tobi moviendo su colita.

"Claro, pero también puedes hacer batidos con todas estas frutas. Son deliciosos y muy refrescantes para los días soleados" - continuó el árbol.

Lila, Milo y Tobi se entusiasmaron tanto que decidieron organizar un picnic lleno de colores. Recolectaron toda la fruta y la verdura que pudieron y se pusieron a preparar deliciosos batidos y ensaladas.

Al día siguiente, invitaron a todos los niños del barrio a su picnic en el parque. Cuando los otros niños llegaron, se encontraron con un hermoso mantel cubierto de platos llenos de fruta, ensaladas y coloridos batidos.

"¡Miren lo que preparamos!" - gritó Lila, levantando una ensalada de frutas.

"¡Qué rico!" - exclamó Emma, una de las niñas del barrio, acercándose curiosa.

"¡Eso parece mejor que las galletitas!" - dijo Tomás, otro niño que siempre traía snacks no muy saludables.

Lila, Milo y Tobi compartieron su descubrimiento. Poco a poco, más niños se unieron a disfrutar de la comida saludable.

- “¡Es como una fiesta de sabores! ” - gritó Milo disfrutando un batido de frutas.

- “¡Quiero aprender a hacer eso! ” - dijo Tomás muy entusiasmado.

Mientras los niños se divertían, el árbol sabio los observaba desde la distancia, satisfecho de ver cómo se estaban divirtiendo con alimentos saludables.

"No solo es importante comer bien, también es importante aprender juntos. ¡Así podrán cuidar a sus cuerpos y jugar más!" - susurró para sí mismo.

Después de un día lleno de risas y diversión, Lila sugirió:

"¡Deberíamos hacer esto todos los domingos! Así todos podremos probar cosas nuevas y saludables."

"¡Te apoyo!" - dijo Tobi moviendo la cola, mientras los demás niños asentían con entusiasmo.

Y así, cada semana, el picnic saludable se convirtió en una tradición del barrio de Colibrí. Todos aprendieron sobre alimentos nutritivos, disfrutaron de nuevos sabores y, sobre todo, lo hicieron juntos.

"¡Gracias Lila!" - gritaron los amigos.

"Sí, gracias por mostrarnos que la buena alimentación puede ser divertida y deliciosa" - finalizó Milo mientras todos reían y compartían su comida.

Y con eso, Lila, Milo y Tobi no solo ayudaron a sus amigos a comer mejor, sino que también crearon un puente de amistad con cada receta que compartían en el picnic.

Desde ese día, el barrio de Colibrí no solo fue conocido por sus juegos y risas, sino también por sus deliciosos y saludables picnics, donde cada niño aprendió que disfrutar de una buena alimentación no era solo un deber, sino una maravillosa aventura.

FIN.

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