La Bruja Nube y el Hechizo del Baile



En un pequeño pueblito rodeado de colinas verdes y flores de colores vivos, vivía una bruja llamada Nube. A diferencia de las brujas de los cuentos que suelen ser malvadas, Nube era muy divertida y simpática. Le encantaba hacer magia, pero su mayor placer era jugar y reír con su hijo, un pequeño duende llamado Bambi.

Un día, mientras Nube estaba mezclando un misterioso potion en su caldero, Bambi se acercó corriendo.

"¡Mami! ¡Mira lo que encontré!"

Exclamó mostrando un brillante pétalo de flor.

"¡Es hermoso, Bambi! Vamos a usarlo en una poción de baile. ¡Con esto podremos bailar como las estrellas!"

Dijo Nube emocionada.

Ambos comenzaron a mezclar ingredientes extraños: un poco de polvo de hada, una pizca de tierra de los sueños y, por último, el mágico pétalo. Tras un rato de mezclar, la poción hizo burbujas y emitió un brillo resplandeciente.

"¡Listo! ¡Ahora a probarla!"

Dijo Nube, mientras vertía la poción en un frasco.

"¿Y si pasamos de bailar como estrellas a bailar como..."

Bambi comenzó a reírse y a hacer movimientos extraños, tratando de mimetizar a una estrella.

"Como estrellas de mar, supongo, por lo pegajoso de la poción!"

Nube sonrió.

Decidieron salir al bosque y probar la poción. Pero justo cuando estaban a punto de dar el primer sorbo, un fuerte viento sopló. El viento hizo volar el frasco y un chorro de la poción mágica se derramó sobre Nube y Bambi.

"¡Oh, no!"

Exclamó Nube, mientras el brillo comenzaba a envolverte.

"¡Esto es increíble! ¡Mirá cómo brillamos!"

Gritó Bambi emocionado, mientras danzaban. Sin embargo, la magia era más intensa de lo que pensaban, y los dos comenzaron a girar rápidamente.

"¡Detente! ¡No puedo parar de bailar!"

gritó Nube entre risas.

De repente, Nube se dio cuenta de que no podían dejar de bailar, incluso aunque querían. Entonces, tuvo una idea.

"¡Bambi! ¡Recuerda lo que aprendimos sobre la importancia de la amiga calma!"

"¡Claro! La calma hace magia también"

respondió Bambi, concentrándose.

Ambos comenzaron a respirar profundamente y a imaginarse en un lugar tranquilo como el océano. Con el poder de la calma, lograron detenerse al mismo tiempo y se abrazaron.

"Mirá, Bambi, a veces la magia también puede ser un poco descontrolada, pero es importante mantener la calma y no perder el control".

Dijo Nube.

"¡Sí! ¡Podrían llamarla la magia del baile loco!"

Bambi rió.

Para celebrar el éxito de su nuevo hechizo, Nube decidió hacer una gran fiesta en el bosque. Invitaron a todas las criaturas del lugar, desde el sabio búho hasta los traviesos conejitos. Todos estaban deseando ver y probar la "poción del baile loco".

Durante la fiesta, Nube hizo que todo el mundo pudiera bailar, mientras ella contaba sobre cómo habían aprendido a dominar la magia de una manera divertida. Les enseñó que, a veces, aunque las cosas no salgan como uno espera, se puede encontrar una solución si se mantiene la calma y se trabaja en equipo.

Al final del día, con risas, bailes, y múltiples historias, Bambi se acercó a su mamá.

"Mamá, hoy fue el mejor día de todos. Aprendimos a bailar, a hacer magia y también a ser pacientes, ¿verdad?"

Nube sonrió y le dio un abrazo.

"Exactamente, mi pequeño. La magia más grande es la que llevamos dentro".

Ambos se rieron y continuaron celebrando, rodeados de amigos, disfrutando del verdadero significado de la magia y la unión.

Y así, la bruja Nube y su hijo Bambi aprendieron que cada experiencia, por divertida o extraña que sea, lleva consigo una lección valiosa y un regalo inmenso, siempre que estemos dispuestos a aprender y compartir.

FIN.

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