La Gran Carrera de los Animales

En un bosque encantado, los animales se preparaban para la Gran Carrera Anual. Este año, la mariposa Lila y la tortuga Tita eran las más emocionadas por participar.

- ¡No puedo esperar para correr, Tita! - decía Lila volando de un lado a otro.

- Yo estoy un poco nerviosa, Lila. Todos los demás son mucho más rápidos que yo - respondió Tita, moviendo su cabecita.

- Pero lo más importante es participar y disfrutar. ¡Vamos a divertirnos! - animó Lila.

Los animales se reunieron en un claro para escuchar las instrucciones del sabio búho Don Búho.

- Queridos amigos, la carrera comienza al amanecer. Recuerden que lo importante no es llegar primero, sino disfrutar del camino y ayudar a quienes lo necesiten - dijo Don Búho.

La amiga pájaro Susi, con su energía desbordante, le dijo a Tita:

- ¿No pensás que deberías renunciar? Todos se estarán riendo de vos. ¡Los demás son mucho más rápidos!

Tita sintió un nudo en la panza, pero Lila le dio optimismo.

- No importa lo que digan. Lo harás lo mejor que puedas, y eso es lo que cuenta. - le dijo mientras le daba un suave toque en su caparazón.

Al amanecer, todos los animales se alinearon en la meta. Al grito de Don Búho, ¡comenzó la carrera! Lila salió volando como una flecha, mientras que Tita avanzaba poco a poco, pero con determinación.

A medida que avanzaban, Lila, emocionada, decidió dar una vuelta extra por el lago para disfrutar un poco más.

- ¡Mirá amigo! - gritó Lila desde el aire. - ¡El agua está hermosa! ¡No puedo esperar para volar más!

Mientras Tita continuaba avanzando, vio a su amigo el conejito Nico atorado en un arbusto.

- ¡Ayuda! - gritó Nico.

- ¡No puedo salir!

Tita se detuvo y dijo:

- No te preocupes, Nico. ¡Voy a ayudarte!

Con esfuerzo, Tita comenzó a mover las ramas con su caparazón y, tras unos minutos, logró liberar a Nico.

- ¡Gracias, Tita! - dijo el conejito - ¡Ahora sigamos corriendo!

Tita sonrió, sintiéndose muy feliz por poder ayudar a su amigo. Mientras tanto, Lila seguía disfrutando del vuelo y se percató de la falta de su amiga. Entonces, decidió regresar.

- ¿Tita? ¿Dónde estás? - llamó preocupada.

- Estoy aquí... ¡Ayudando a Nico! - respondió Tita con angustia, pero convencida de que había hecho lo correcto.

Cuando Lila llegó, se dio cuenta de lo que había sucedido.

- ¡Qué valiente sos, Tita! - exclamó Lila. - ¡Realmente estoy orgullosa de ti!

Y juntas continuaron su camino, mientras el resto de los animales competían a su alrededor. Al llegar a la última parte de la carrera, se toparon con un arroyo lleno de piedras y barro. Todos los demás animales estaban intentando cruzar, pero se estaban resbalando.

- ¡Esto es imposible! - gritó el zorro.

- ¡No podemos! - se quejó el ciervo, asustado.

Tita, observando la situación, propuso:

- ¡Espera, tengo una idea! Podemos construir un puente con ramas para que todos podamos pasar.

- ¿Estás segura, Tita? Eso tomará mucho tiempo - dudó Lila.

- Es la única manera en que todos podremos llegar - insistió Tita.

Así, Tita y Lila se pusieron a trabajar. Reunieron ramas y hojas junto con los otros animales que decidieron ayudar. Don Búho los animaba desde un costado:

- ¡Bien hecho, queridos! ¡Sigan así!

Después de mucho esfuerzo y trabajo en equipo, el puente estuvo listo. Todos cruzaron felices, y al llegar al otro lado, se dieron cuenta de que el momento de terminar la carrera estaba a la vista.

Tita finalmente llegó a la meta junto con Lila y un grupo de animales.

- ¡Lo logramos! - gritó emocionada Tita.

Don Búho se acercó a los animales y dijo:

- Este año, el verdadero ganador de la Gran Carrera es Tita, por su valentía y generosidad. Lo importante de la carrera no es ser el más rápido, sino ser solidario y ayudar a los demás.

Todos aplaudieron y vitorearon a Tita,

- ¡Viva Tita! ¡Eres la mejor! - gritaban todos los animales.

- ¡Sí, Tita! ¡Eres una campeona! - añadió Lila, llena de alegría.

Y así, en lugar de llevarse una medalla, Tita se llevó el reconocimiento y el cariño de todos sus amigos. Desde aquel día, Lila y Tita aprendieron que la verdadera victoria se encuentra en las acciones bondadosas y el trabajo en equipo.