La Gran Fiesta de la Comunidad en CPR Tiñosa



En un pintoresco barrio de la ciudad, había un colegio muy especial, el CPR Tiñosa. Allí, no solo se aprendía sobre matemáticas, ciencias y lengua, sino también sobre la importancia de la convivencia y el respeto entre todos, desde los más pequeños hasta los más grandes. La comunidad educativa se unía como un gran familia, y eso no pasó desapercibido.

Un día, la directora del colegio, la señorita Laura, reunió a todos los estudiantes y docentes en el patio.

"¡Atención, todos!" - exclamó con una sonrisa radiante "Tengo una gran noticia. Nuestro colegio ha sido reconocido por su excelente convivencia. ¡Es un gran honor para todos nosotros!"

Los niños aplaudieron emocionados. Sin embargo, la señorita Laura continuó.

"Este reconocimiento nos anima a seguir trabajando en mejorar nuestra comunidad. Quiero proponer una gran fiesta para celebrarlo, pero no será una fiesta común... ¡Cada uno de ustedes tendrá un papel importante en su organización!"

Los ojos de los niños brillaron, y comenzaron a hablar entre ellos.

"¿Qué tipo de actividades podríamos hacer?" - preguntó Sofía, una alumna del quinto grado.

"Podemos hacer juegos, pintatas, actividades deportivas, y ¡hasta un desfile de talentos!" - sugirió Lucas, con mucha energía.

La propuesta de Lucas entusiasmó a todos. Así comenzaron a planear. La señorita Laura explicó que lo importante no solo era la diversión, sino que cada familia debería participar.

"¡Vamos a invitar a nuestros padres, hermanos y amigos!" - dijo Tomás, quien siempre había tenido una gran imaginación.

Después de semanas de preparación, llegó el día de la fiesta. Todos estaban emocionados. Las familias llegaron llevando tortas, empanadas, alfajores y muchas otras delicias.

La fiesta comenzó con juegos en el patio. Había carreras de sacos, juegos de la soga y hasta una búsqueda del tesoro. Los grandes y chicos se unieron riendo y disfrutando juntos.

Entonces, sucedió algo inesperado. En medio de la búsqueda del tesoro, dos alumnos se encontraron con un mapa antiguo que había quedado olvidado en un rincón.

"¡Mirá esto, Juan!" - exclamó Ana, quien siempre tenía el espíritu aventurero.

"Es un mapa del colegio... ¡pero parece que lleva a un tesoro!" - respondió Juan, visiblemente emocionado.

Las noticias sobre el descubrimiento del mapa recorrieron rápidamente la fiesta.

"¡Vamos a seguir el mapa y buscar el tesoro juntos!" - propuso Sofía, contagiando su entusiasmo a los demás.

Así, mientras en el patio los adultos charlaban y disfrutaban de la comida, los niños y algunos valientes padres se embarcaron en la búsqueda del tesoro.

Siguiendo el mapa, cruzaron el huerto del colegio, saltaron sobre una cerca de madera, e incluso se metieron en la vieja casita de herramientas. Finalmente, tras mucho correr, encontraron una caja de madera bajo un arbusto.

"¡Yo lo abro!" - dijo Lucas, mientras que todos se agolpaban alrededor. Con un fuerte —"clic"  y un par de empujones, la tapa de la caja se levantó.

En su interior, encontraron una colección de objetos antiguos de la historia del colegio: viejas fotos, dibujos de los primeros alumnos y cartas de agradecimiento.

"¡Esto es increíble!" - dijo Juan, observando las fotos.

"Es como si encontráramos el corazón de nuestro colegio. Debemos mostrarle esto a todos!" - añadió Ana.

Con el tesoro en sus manos, decidieron llevarlo a la fiesta. Todos los presentes se reunieron junto al escenario mientras los niños mostraban sus hallazgos. La emoción crecía entre los padres y docentes al ver la historia compartida de CPR Tiñosa.

"Esto nos muestra lo especial que es nuestro colegio y lo unidos que estamos como comunidad" - dijo la señorita Laura, orgullosa.

La fiesta se transformó en un evento inolvidable. Los aplausos, risas y abrazos llenaban el aire. Y lo más importante, todos comprendieron que la verdadera riqueza del CPR Tiñosa radicaba en la convivencia y el sentido de comunidad que habían construido juntos.

Desde aquel día, el colegio no solo era conocido por su excelente educación, sino también como un lugar donde cada voz cuenta y cada participación transforma, uniendo a familias y amigos en una hermosa historia compartida.

Así, con un gran final, el CPR Tiñosa demostró que la verdadera alegría se encuentra en la convivencia y el amor por aprender juntos.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!