Las Aventuras de Abia y Sus Amigos del Cerro



Había una vez un niño llamado Abia que vivía en un cerro rodeado de árboles altos y verdes y un montón de animales alocados. Abia tenía cinco gatos: Miau, Gata, Rayas, Bolita y Tigris, y un perro llamado Rocco. Juntos, todos formaban una gran familia y pasaban sus días jugando y explorando el cerro.

Un día, mientras exploraban una parte del cerro que nunca antes habían visto, Abia y Rocco se encontraron con un grupo de animales traviesos, conocidos en el cerro como los ‘Malbados’. Eran un grupo de zorros, liebres y hasta un par de ciervos que siempre estaban buscando maneras de divertirse, aunque a veces causaban problemas entre ellos.

"¡Mira Rocco! ¡Esos son los Malbados, siempre hacen lío!", exclamó Abia.

"Sí, pero a veces me pregunto si podemos jugar con ellos en lugar de pelear", respondió Rocco, moviendo su cola con entusiasmo.

Entonces, Abia, con su espíritu aventurero, decidió dar un paso adelante.

"¡Hola, Malbados! ¿Quieren jugar con nosotros?", preguntó.

Los Malbados, que estaban tramando cómo hacerse con el frutal del vecindario, miraron a Abia y a Rocco con curiosidad. El líder del grupo, un zorro llamado Tino, dio un paso al frente.

"¿Jugar? Nunca hemos hecho eso con humanos. Pero... ¡podría ser divertido!", dijo Tino.

Y así, comenzaron a jugar juntos. Abia, Rocco, Miau y los otros gatos se unieron a los Malbados en un juego enorme de escondidas entre los árboles. Todos se reían y corrían, y durante un rato, olvidaron sus diferencias y se divirtieron.

Sin embargo, la diversión fue interrumpida cuando uno de los ciervos, que había sido parte de los Malbados, sugirió un truco travieso para hacer que los humanos se asustaran.

"¡Vamos a esconder todas sus cosas! Luego, podemos ver sus caras de sorpresa cuando no encuentren nada!", dijo el ciervo, riendo entre dientes.

Abia lo escuchó y se sintió un poco incómodo.

"Espera, eso no suena divertido. Mejor juguemos algo que nos haga a todos reír, no algo que asuste", sugirió el niño.

Los Malbados comenzaron a murmurar unos con otros. Algunos estaban de acuerdo con Abia, pero otros querían seguir adelante con el plan travieso.

"Vamos, solo un pequeño susto a los humanos...", insistió Tino, el zorro.

Abia miró a Rocco y a sus gatos, quienes parecían tan confundidos como él. Entonces, decidió ser valiente.

"Tino, ¿sabés qué? Los sustos no llevan a la verdadera diversión. ¿Qué tal si, en lugar de eso, hacemos una fiesta de frutas?", planteó Abia.

Los ojos de los Malbados brillaron ante la idea.

"¿Fiesta de frutas? ¿Cómo es eso?", preguntó Tino, intrigado.

"Podemos recolectar todas las frutas del cerro, traer algo para comer y bailamos y cantamos juntos", explicó Abia emocionado.

Los Malbados miraron a sus compañeros, se notaba que la idea les gustaba. Así que decidieron dejar de lado el plan travieso y comenzaron la búsqueda.

Juntos, Abia, sus gatos, Rocco y los Malbados recolectaron peras, manzanas e incluso algunas frutillas silvestres. Armaron mantas bajo un gran árbol y todos se sentaron alrededor, disfrutando de la comida y riendo. Incluso se contaron historias mientras el sol comenzaba a ponerse, llenando el cielo de colores.

Al final del día, tanto Abia como los Malbados se dieron cuenta de que jugar y compartir cada momento valía muchísimo más que asustar o pelear. Se hicieron amigos inseparables y desde ese día, se organizaban fiestas de frutas cada vez que podían. A veces, hasta invitaban a otros animales del cerro.

"¡Este es el mejor día, Abia! Gracias por ser tan genial!", dijo Tino con una gran sonrisa.

"Y por recordarnos que la amistad siempre es mejor que hacer líos", complementó Abia.

Desde ese día, los Malbados no eran solo un grupo de animales traviesos, sino amigos que aprendieron el valor de jugar juntos y de hacer reír, no asustar. Así, el cerro no solo tenía árboles y animales, sino también muchas risas e historias increíbles.

Y así, Abia, Rocco, sus cinco gatos y los Malbados vivieron felices, llenos de aventuras que siempre recordarán.

Colorín colorado, este cuento se ha acabado.

FIN.

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