Los Sueños Coloridos de Tomi



Tomi era un niño curioso que cada noche, al cerrar los ojos, se embarcaba en un viaje increíble. Mientras su cuerpo descansaba, su imaginación lo transportaba a mundos lejanos, llenos de criaturas singulares y paisajes de todo tipo. En cada sueño, Tomi conocía a seres de distintos colores, formas y personalidades, y cada encuentro le enseñaba algo nuevo.

Una noche, Tomi se encontró en un bosque encantado. Los árboles eran de un azul brillante y las flores parecían hechas de cristal.

"¡Hola! ¿Quién sos?" - le preguntó una flor que podía hablar.

"Soy Tomi, un niño que sueña. ¿Y vos?" - respondió él emocionado.

"Soy Lila, la flor mágica. Siempre estoy aquí para dar la bienvenida a los soñadores" - dijo con una voz dulce.

Tomi se sentó en el suelo y Lila comenzó a contarle sobre su mundo, lleno de colores y melodías. Pero, de repente, una sombra oscureció el cielo.

"¿Qué pasa, Lila?" - preguntó Tomi con inquietud.

"Es Nox, el dragón de la oscuridad. Cada vez que aparece, roba los colores y la alegría de nuestro hogar" - explicó Lila.

Tomi no podía permitir que eso sucediera. Así que, decidido, le preguntó a Lila cómo podría ayudar.

"Necesitamos encontrar a la Luz, la única que puede ahuyentar a Nox" - dijo Lila.

"¡Entonces vayamos a buscarla!" - exclamó Tomi con valentía.

Mientras caminaban, se encontraron con un grupo de criaturas que parecían muñecos de peluche, ¡pero más grandes! Eran los Soniques, seres alegres que hacían música.

"¿Quieren unirse a nuestra búsqueda? ¡Podemos crear una canción para hacer frente a Nox!" - propuso uno de ellos, llamado Ringo.

"¡Sí! Cuantos más seamos, más fuerte será nuestra voz" - dijo Tomi con una sonrisa.

Así, juntos, formaron una gran banda de criaturas, cada una aportando su talento. Cuando llegaron al nido de Nox, la atmósfera era pesada y oscura.

"¿Quiénes son ustedes?" - retumbó la voz de Nox desde las sombras.

"¡Venimos a traerte luz!" - gritó Tomi con confianza.

Los Soniques comenzaron a tocar su música y todos juntos comenzaron a cantar. Una melodía llena de colores empezó a envolver el lugar. Nox, curioso, se fue acercando hacia ellos.

"¿Qué están haciendo? ¿Creen que eso puede detenerme?" - se burló el dragón.

Pero al sentir la calidez de la música, algo en Nox comenzó a cambiar. Las notas coloridas empezaron a tocar su corazón sombrío y, poco a poco, el dragón se fue iluminando de a poco.

"Es… es hermoso…" - balbuceó, mientras su forma oscura comenzaba a desvanecerse.

Nox, apenas visible, fue transformándose en una criatura luminosa.

"Lo siento… nunca supe que la música podía ser tan poderosa. Me sentía solo y por eso sembraba oscuridad" - confesó, ahora con una voz más dulce.

Tomi entendió que a veces, quienes parecen más oscuros, solo están buscando compañía y amor.

"Podemos ser amigos. La luz es más brillante cuando la compartimos" - sugirió Tomi.

Nox asintió y, junto con los Soniques, comenzaron a crear juntos melodías que llenaron el bosque. Y así, cada rincón recuperó sus colores vibrantes.

De esa manera, Tomi regresó cada noche a visitar el bosque encantado, donde aprendió sobre la amistad, el perdón y la importancia de compartir. Y mientras exploraba nuevos mundos, siempre recordaría que, sean cuales sean las diferencias, siempre hay luz y amor que compartir.

Y así, al despertar, Tomi sonreía, sabiendo que tenía un lugar especial en cada mundo que había visitado y un sinfín de amigos esperando su regreso.

FIN.

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