A Pug Puppys Tale



En un hermoso día de sol, Flor, el cachorro pug de ojos grandes saltone, se despertó emocionada por explorar el mundo. Era una perrita muy curiosa y siempre estaba lista para nuevas aventuras.

Mientras tanto, Renato, un niño de pelo negro y seis años de edad, se preparaba para ir a la escuela junto a su hermano Vicente. Su mamá los llevaba en auto todos los días hasta la Escuela Colorida de La Serena.

Un día, mientras Flor jugaba en el jardín de su casa, vio pasar a Renato y Vicente junto a su mamá. Se acercó corriendo hacia ellos moviendo su cola con alegría. Renato notó la presencia de Flor y se agachó para acariciarla.

"-¡Hola Flor! ¿Quieres venir con nosotros a la escuela hoy?", le preguntó Renato emocionado. Flor ladró felizmente como si entendiera lo que Renato le decía.

Sin pensarlo dos veces, corrió hacia el auto y se subió rápidamente antes que pudieran decirle algo. La mamá de Renato miró sorprendida pero sonrió al ver cómo Flor quería acompañarlos. Decidió llevarla con ellos a la escuela.

Cuando llegaron al colegio, todos los niños quedaron encantados al ver a Flor con sus ojos grandes y saltitos adorables. El profesor también permitió que estuviera en clase siempre que no interrumpiera las lecciones. Los días pasaban y Flor aprendió muchas cosas interesantes en la escuela.

Aprendió sobre números y letras junto a Renato y Vicente. También aprendió sobre animales y plantas en las clases de ciencias. Un día, mientras Flor estaba jugando en el patio del colegio, vio a un grupo de niños tristes cerca del árbol.

Se acercó curiosa y se dio cuenta de que estaban llorando porque habían perdido una pelota muy especial para ellos. Flor no pudo resistirse a ayudarlos.

Comenzó a olfatear por todo el patio hasta que encontró la pelota escondida detrás de unos arbustos. La tomó con su boquita y corrió hacia los niños para entregársela. Los niños quedaron sorprendidos y felices al ver cómo Flor había encontrado su preciada pelota.

Le dieron las gracias y le hicieron caricias llenas de gratitud. A partir de ese día, Flor se convirtió en la mascota oficial del colegio. Todos los días esperaba ansiosa ir junto a Renato y Vicente para aprender nuevas cosas y ayudar a sus amigos.

Juntos, Renato, Vicente y Flor demostraron que todos podemos aprender y crecer juntos sin importar nuestras diferencias. Aprendieron sobre amistad, solidaridad y cómo hacer del mundo un lugar mejor.

Y así, entre risas, juegos y aventuras educativas, Flor se convirtió en una perrita muy querida por todos en la Escuela Colorida de La Serena.

FIN.

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