Abril y la cima soñada



Había una vez una niña llamada Abril, quien tenía un gran sueño: subir a la montaña más alta del mundo, merendar rico y nadar en la pileta.

Pero todos le decían que era imposible, que era demasiado peligroso para alguien de su edad. Un día, mientras jugaba en el parque con sus amigos, se encontró con un anciano sabio que notó su tristeza y le preguntó qué le pasaba.

"Quiero subir a la montaña más alta del mundo, merendar rico y nadar en la pileta", dijo Abril con voz baja. "Eso suena como un plan emocionante", respondió el anciano. "Pero debes saber que no es fácil lograr todo eso".

Abril se sintió desanimada al escuchar esto, pero el anciano continuó hablando:"La vida está llena de desafíos y obstáculos. Y aunque algunos pueden parecer imposibles de superar, siempre hay una manera si tienes coraje y determinación".

Abril comenzó a sentirse motivada por las palabras del anciano sabio. Decidió hacer todo lo posible para alcanzar su sueño. Comenzó entrenando todos los días para estar en forma para la escalada a la montaña más alta del mundo.

También ahorró dinero haciendo pequeños trabajos para poder merendar rico cuando llegara a la cima. Y finalmente aprendió a nadar bien para disfrutar al máximo de su tiempo en la pileta. El día finalmente llegó y Abril estaba lista para enfrentar su aventura.

Con sus amigos apoyándola desde abajo, comenzó a escalar hacia arriba sin temor alguno. Pero no todo salió según lo planeado. El clima cambió repentinamente y Abril se encontró atrapada en una tormenta de nieve.

La montaña era peligrosa y estaba sola, pero ella no se rindió. Con su coraje y determinación, logró salir ilesa. Finalmente llegó a la cima de la montaña más alta del mundo, donde disfrutó de una merienda deliciosa que había preparado con tanto esfuerzo.

Y luego fue a la pileta para nadar como nunca antes lo había hecho. Al final del día, Abril regresó al parque donde sus amigos la esperaban ansiosos por saber cómo le había ido.

Les contó sobre su aventura y les enseñó que cuando tienes un sueño, debes trabajar duro para alcanzarlo sin importar los obstáculos que puedas encontrar en el camino.

Y así fue como Abril inspiró a todos los niños del parque a nunca rendirse ante las adversidades y perseguir sus sueños con coraje y determinación.

FIN.

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