Abril y los cuentos de la abuela



Había una vez en un pueblo llamado Esperanza, una niña llamada Abril que tenía 5 años. Siempre estaba muy interesada en los cuentos de hadas y fantasías, pero no sabía leer.

Un día, mientras jugaba con sus amigos en el parque, encontró un libro mágico tirado bajo un árbol. - ¡Miren lo que encontré! - gritó Abril emocionada mientras levantaba el libro del suelo. - ¿Qué es? - preguntaron sus amigos curiosos.

- Es un libro de cuentos mágicos y fantásticos - respondió Abril con alegría. Pero cuando intentó abrir el libro para leerlo, descubrió que no podía entender las letras. Se sintió triste al pensar que nunca podría disfrutar esos cuentos maravillosos.

Sin embargo, su abuela Rosalía la vio sentada debajo del árbol con la cabeza baja y le preguntó qué le pasaba. Al escuchar la historia del libro mágico, su abuela decidió ayudarla a aprender a leer para poder disfrutar de los cuentos fantásticos.

Durante semanas, su abuela le enseñó pacientemente las letras y juntas practicaban leyendo pequeñas historias. Pronto Abril comenzó a comprender las palabras del cuento mágico y se sumergió en aventuras inimaginables llenas de dragones y bosques encantados.

Un día mientras caminaban por el bosque cercano al pueblo, encontraron una cueva secreta escondida detrás de una cascada. La curiosidad hizo que entraran a explorarla sin saber lo que encontrarían allí dentro.

De repente la cueva se cerró detrás de ellos y quedaron atrapados. Pero Abril recordó un cuento que leyó en su libro mágico sobre una princesa valiente que escapaba de situaciones difíciles usando su ingenio.

- ¡Tengo una idea! - gritó Abril emocionada - Si juntamos nuestras fuerzas, podemos empujar la roca que cierra la entrada. Con esfuerzo, lograron mover la roca y salieron victoriosos de la cueva.

A partir de ese momento, Abril aprendió que los cuentos mágicos no solo son divertidos sino que también pueden enseñar lecciones importantes como el trabajo en equipo y el valor para enfrentar situaciones difíciles. Desde entonces, Abril siempre estaba buscando nuevos libros para leer y aventuras para vivir con sus amigos.

Y cada vez que encontraba un nuevo obstáculo en su camino, recordaba las historias fantásticas y se inspiraba a seguir adelante con valentía e imaginación.

FIN.

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