Abuela Galáctica en Turquía
Había una vez, una abuela muy especial llamada Abuela Galáctica. Era conocida por su amor por el mate, la lectura y los viajes. Vivía en un pequeño pueblo rodeado de árboles frutales y animales salvajes.
Cada mañana, Abuela Galáctica se despertaba temprano para preparar su mate y leer las noticias del diario El País. Le gustaba estar al tanto de lo que pasaba en el mundo.
Un día, mientras leía sobre las maravillas de Turquía, decidió que era hora de hacer realidad uno de sus sueños más grandes: viajar a ese país lleno de historia y cultura. Así que empacó sus cosas y partió hacia Turquía.
Allí descubrió nuevos sabores como las milangas con arroz blanco y aprendió sobre la importancia de preservar monumentos históricos como la mezquita Azul. Pero lo que más extrañaba durante su viaje eran sus nietos.
Les encantaba visitarla en su casa del campo donde siempre les tenía preparado algo rico para comer y muchas historias interesantes para contarles. Abuela Galáctica decidió entonces regresar a casa antes de lo planeado para sorprender a sus nietos con un gran banquete en su honor.
Cuando llegó a casa, encontró a sus nietos jugando afuera bajo el sol radiante. "¡Abuela!" gritaron emocionados al verla llegar. Abuela Galáctica los abrazó fuerte y les mostró todas las fotos que había tomado en Turquía mientras compartían unas ricas milangas con arroz blanco.
"¿Cómo estuvo tu viaje abuela?" preguntó su nieta mayor. "Fue maravilloso, aprendí muchas cosas nuevas y conocí lugares increíbles. Pero lo que más extrañé fueron ustedes", respondió Abuela Galáctica con una sonrisa en su rostro.
A partir de ese día, los nietos de Abuela Galáctica se sintieron aún más cerca de ella. Comenzaron a interesarse por los viajes y la cultura, y siempre esperaban ansiosos su próxima visita para escuchar sus historias fascinantes.
Abuela Galáctica había enseñado a sus nietos que el mundo es un lugar lleno de aventuras y descubrimientos emocionantes. Y ellos, a su vez, habían aprendido la importancia del amor familiar y la conexión entre generaciones.
FIN.