Ada, el árbol liberado



En un bosque encantado, vivía un árbol llamado Ada. Ada era diferente a los demás árboles, ya que estaba atada a una cuerda que la mantenía inmóvil.

A pesar de esto, Ada siempre mantenía su espíritu alegre y positivo, soñando con poder ser libre algún día. Un día, mientras el sol brillaba en lo alto del cielo y los pájaros cantaban alegremente, llegó al bosque una niña llamada Lola.

Lola era curiosa y aventurera, y en cuanto vio a Ada atada se acercó corriendo para hablarle. "¡Hola Ada! ¿Por qué estás atada?". - preguntó Lola con curiosidad.

Ada sonrió tristemente y le contó a Lola cómo había sido atada por un malvado hechicero que quería controlarla y evitar que creciera libremente. Pero a pesar de todo, Ada seguía manteniendo la esperanza de algún día poder ser libre. Lola sintió mucha pena por Ada y decidió ayudarla.

Pasaron días planeando diferentes estrategias para liberar al árbol, pero ninguna parecía funcionar. Hasta que una noche, cuando la luna brillaba en lo alto del cielo como un faro de esperanza, se les ocurrió un plan ingenioso.

Al día siguiente, Lola trajo consigo todas las herramientas necesarias: tijeras para cortar la cuerda, tierra fértil para alimentar las raíces de Ada y agua fresca para darle fuerzas. Con mucho cuidado y paciencia, Lola cortó la cuerda que ataba a Ada y la ayudó a desprenderse de ella.

"¡Eres libre ahora, Ada! ¡Puedes crecer y florecer como quieras!" - exclamó Lola emocionada. Ada no podía contener su felicidad.

Por fin se sentía libre para extender sus ramas hacia el cielo azul y sus raíces hacia la tierra húmeda. Desde ese día, Ada creció fuerte y hermosa gracias al amor y cuidado de Lola.

La historia de Ada se convirtió en leyenda en el bosque encantado, inspirando a todos los seres mágicos que habitaban allí a nunca perder la esperanza incluso en los momentos más oscuros.

Y desde entonces, cada vez que alguien veía a un árbol floreciendo con fuerza en medio del bosque recordaba la valentía de Ada y la amistad sincera entre ella y Lola. Y así fue como el bosque encantado se llenó de vida nueva gracias al espíritu indomable de un árbol llamado Ada.

FIN.

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