Ada, la niña del bosque y el castillo de la bruja

En un pequeño pueblo rodeado de un frondoso bosque vivía Ada, una niña curiosa y valiente. Un día, Ada decidió aventurarse en el bosque para explorar y descubrir cosas nuevas.

Mientras caminaba entre los árboles, Ada escuchó un murmullo extraño que venía del fondo del bosque. Intrigada, decidió seguir el sonido hasta encontrar un precioso claro en el que había un viejo y misterioso castillo. Sin embargo, Ada sabía que el castillo estaba habitado por una temida bruja, pero su curiosidad era más fuerte que su miedo.

Sin pensarlo dos veces, Ada se acercó sigilosamente al castillo y entró sin que nadie la viera. Allí, encontró a la bruja, una mujer anciana con una mirada hosca y tenebrosa. "¿Qué haces en mi castillo, niña intrusa?", gruñó la bruja.

Ada, sin intimidarse, le explicó que solo estaba explorando el bosque y que no quería causar problemas. La bruja, sorprendida por la valentía de la niña, decidió retarla a superar tres pruebas en el bosque para demostrar su valentía y determinación.

La primera prueba consistía en encontrar una flor rara que solo crecía en lo alto de un árbol gigante. Sin pensarlo, Ada se lanzó a la búsqueda de la flor y, con ingenio y esfuerzo, logró encontrarla. La segunda prueba era encontrar el arroyo mágico escondido entre las piedras del bosque. Ada siguió su intuición y, con determinación, descubrió el arroyo cristalino en un rincón oculto del bosque. La última prueba era encontrar el nido de un ave mágica que cantaba la canción de la esperanza. Con paciencia y escuchando el corazón del bosque, Ada logró encontró el nido en lo alto de un árbol centenario.

Impresionada por la valentía y determinación de Ada, la bruja le dijo que había superado todas las pruebas con éxito. La bruja le reveló que las pruebas tenían como objetivo mostrarle a Ada que la verdadera magia reside en la valentía, la determinación y la bondad. Como recompensa, la bruja le regaló a Ada un amuleto mágico que la protegería en sus futuras aventuras.

Desde ese día, Ada se convirtió en la heroína del bosque y siempre recordó que, ante cualquier desafío, la valentía y la determinación son las mejores herramientas para superar los obstáculos.