Ada y la lámpara mágica de París


Había una vez en París, una pequeña cigüeña llamada Ada que soñaba con ser un superhéroe dotado. Un día, mientras volaba por la ciudad, vio un arcoiris que parecía estar roto en pedazos. -¡Oh no! -exclamó Ada-.

¡El arcoiris está roto! De repente, apareció ante ella una lámpara mágica. Ada la frotó y de ella salió un genio. -¿Qué deseas? -preguntó el genio. -Deseo poder reparar este arcoiris -respondió Ada.

-Entonces te concederé ese deseo -dijo el genio-. Pero ten cuidado con lo que pides después. Ada se concentró y usó sus habilidades para reparar el arcoiris. De pronto, se escuchó una voz detrás de ella:-¡Muy bien hecho! Eres una verdadera heroína.

Era un superhéroe dotado que había estado observándola todo el tiempo. Él estaba impresionado por su valentía y determinación para salvar el arcoiris. -Juntos podemos hacer grandes cosas -le dijo a Ada-.

¿Quieres ser mi compañera en esta aventura? -Eso sería fantástico -respondió emocionada Ada. Juntos comenzaron a luchar contra los villanos que intentaban dañar la ciudad de París.

Con la ayuda de su nueva amiga superhéroe, Ada aprendió mucho sobre cómo proteger a las personas y hacer lo correcto. Pero pronto descubrieron algo sorprendente: cada vez que trabajaban juntos para resolver un problema, la lámpara mágica les concedía un deseo.

Así que Ada y su amigo comenzaron a usar este poder para ayudar a la gente de París de muchas maneras. Un día, mientras volaban por los tejados de la ciudad, Ada vio una pequeña niña llorando en el parque. -¿Qué pasa? -preguntó Ada.

-La lampara mágica me robó mi pelota favorita -respondió la niña entre sollozos-. No sé qué hacer sin ella. Ada y su amigo superhéroe sabían que esto no estaba bien. Decidieron buscar al genio y preguntarle por qué había hecho eso.

El genio les explicó que sólo lo hacía porque quería jugar con ellos, pero entendió que no era correcto hacerlo sin permiso. Así que Ada tomó la pelota y se la devolvió a la niña.

La lámpara mágica se transformó en una bola dorada y le dijo a Ada:-Haz un último deseo antes de irte. -Quiero que todos los niños tengan acceso a sus juguetes favoritos -dijo Ada con determinación. Y así fue como cada niño en París recibió su juguete favorito gracias al deseo de Ada.

Desde entonces, ella se convirtió en una heroína reconocida en toda la ciudad y siempre estuvo dispuesta a luchar contra cualquier amenaza para protegerla.

Dirección del Cuentito copiada!