Adolfina descubre la amistad

Adolfina era una niña muy curiosa y aventurera. Siempre estaba buscando nuevas cosas que hacer y lugares para explorar. Un día, su mamá la llevó al jardín de infantes por primera vez.

Al principio, Adolfina estaba un poco nerviosa y tímida. Pero cuando llegó al jardín, vio a todos los demás niños jugando y riendo juntos, y se sintió emocionada por unirse a ellos.

La maestra del jardín de infantes se presentó a sí misma como la Señorita Ana. "¡Bienvenida al jardín de infantes, Adolfina!" dijo la Señorita Ana con una sonrisa cálida. "Estoy segura de que te divertirás mucho aquí".

Adolfina se sintió un poco más cómoda después de hablar con la Señorita Ana. La maestra le mostró el salón de clases y todas las actividades divertidas que podrían hacer durante el día. Después del almuerzo, los niños fueron al patio para jugar en los columpios y toboganes.

Adolfina se acercó a un grupo de niños que estaban construyendo castillos en la arena. "¡Hola chicos! ¿Puedo jugar también?" preguntó Adolfina tímidamente. "¡Claro que sí!" respondieron los niños felices.

Adolfina comenzó a construir su propio castillo en la arena junto con sus nuevos amigos. Estaba tan concentrada en su trabajo que no se dio cuenta cuando uno de sus zapatos quedó atrapado en la arena fangosa.

De repente, un niño llamado Tomás notó lo que había pasado y corrió hacia ella para ayudarla. "¡Espera, Adolfina! Te ayudaré a sacar tu zapato" dijo Tomás mientras se agachaba para liberar el zapato de la arena. Adolfina estaba muy agradecida con Tomás y le sonrió. "¡Gracias Tomás! Eres muy amable".

Tomás se sonrojó un poco al recibir la atención de Adolfina, pero estaba feliz de haberla ayudado.

Después de un día lleno de aventuras en el jardín de infantes, Adolfina regresó a casa llena de historias emocionantes para compartir con su familia. Se había hecho nuevos amigos y aprendido muchas cosas nuevas. Desde ese día en adelante, Adolfina esperaba ansiosamente cada mañana para ir al jardín de infantes y ver a todos sus amigos.

Aprendió que no hay nada más emocionante que explorar el mundo con amigos nuevos y viejos.