Adriana, la valiente que quería nacer
Había una vez, en un rincón especial del mundo, un pequeño bebé llamado Adriana que estaba en la pancita de su mamá. Adriana estaba muy feliz allí, escuchando el latido del corazón de su mamá y sintiendo cómo el mundo vibraba alrededor. Pero, a medida que pasaban los días, Adriana empezó a sentir una gran curiosidad por el mundo exterior.
"- Quiero nacer ya!" pensó una y otra vez. "- Quiero ver los árboles, sentir el viento en mi rostro y jugar con los otros niños!"
Por otro lado, dentro de su pancita, Adriana tenía una amiga muy especial: una mariposa mágica llamada Lila, que siempre la acompañaba en sus pensamientos.
"- ¿Por qué no esperás un poco más?" le susurró Lila con voz suave. "- El mundo está lleno de maravillas, pero también de sorpresas. A veces hay que estar listos para los cambios y estos son momentos especiales para crecer dentro de tu hogar."
Adriana pensó en lo que decía Lila, pero su deseo de explorar el mundo seguía creciendo. Así que un día, hizo un plan.
"- ¡Voy a hablar con mamá!" decidió Adriana. Y, usando su imaginación, empezó a crear un fuerte lazo entre ella y su mamá.
"- Mamá, ¿me escuchás?" gritó con todas sus fuerzas, aunque aún no tenía voz. Sin embargo, su mamá, sintiendo la energía de su hijita, se puso a acariciar su pancita.
"- Ah, querida Adriana, siento que estás llena de vida y curiosidad. Pronto estarás afuera en el mundo. Pero todavía queda un ratito, quiero que estés bien y fuerte."
Adriana sonrió, aunque sabía que sería difícil esperar. Entonces, Lila decidió ayudarla.
"- Vamos a hacer algo divertido" propuso Lila. "- Empezaremos un concurso de imaginación. Cada vez que tengás una idea de cómo serà el mundo, la vamos a anotar. Así podrás tener una aventura mientras aún estás aquí!"
Y así fue como comenzaron. Cada vez que Adriana pensaba en algo que quería ver o hacer, Lila lo anotaba en una nube mágica que flotaba sobre ellas.
"- Quiero ver el mar y sentir la arena en mis pies" anotó Adriana.
"- Quiero correr bajo la lluvia y bailar en los charcos" agregó.
"- Quiero volar como los pájaros y jugar con mis amigos en un parque."
Pasaron los días y la nube de los deseos de Adriana se llenó de ideas divertidas y emocionantes.
Pero un día, Lila se dio cuenta de que quedaba poco tiempo. Adriana había crecido lo suficiente y estaba lista para nacer.
"- Adriana, creo que se viene un gran cambio", le dijo Lila emocionada. "- Tu tiempo en la pancita está por terminar. Es hora de que te prepares para la aventura del mundo real. ¿Te sentís lista?"
Adriana, aunque un poco nerviosa, se sintió emocionada.
"- ¡Sí! ¡Estoy lista para nacer! Pero tengo un poco de miedo, Lila. ¿Qué pasa si no es como lo imaginé?"
"- No te preocupes. Cada día es una sorpresa y la vida está llena de nuevas experiencias. Siempre estaré contigo", le aseguró Lila.
Un día muy especial, después de dos meses de espera, Adriana sintió que era el momento de salir. Lights, camera, acción, decía la mariposa mágica mientras la pequeña se preparaba para el gran momento.
Con cada contracción y movimiento, Adriana se sentía más y más entusiasmada. Finalmente, ¡pum! ¡Nació!
El mundo era aún más hermoso de lo que había imaginado. Cuando vio la luz del sol por primera vez, sintió su calidez. Los colores eran vibrantes y los sonidos, una hermosa melodía.
"- ¡Lo logré!" gritó feliz.
Y ahí estaba su mamá, abrazándola con amor.
"- Bienvenida, mi pequeña. El mundo te ha estado esperando" dijo su mamá emocionada.
Adriana sonrió, y aunque sabía que la vida tendría desafíos, también se dio cuenta de que cada día sería una nueva aventura. Y así, con su amiga Lila aún en su corazón, comenzó a explorar el maravilloso mundo donde siempre había querido estar.
FIN.