Afla y el mundo maravilloso de la computadora
Afla era una niña curiosa y activa, a la que le encantaba explorar el mundo que la rodeaba. Un día, mientras paseaba por la plaza, vio a un grupo de niños reunidos alrededor de una pequeña pantalla brillante. Se acercó con curiosidad y descubrió que estaban jugando a un videojuego. Afla, que nunca había visto una computadora, se quedó maravillada por la magia que parecía desplegarse ante sus ojos. Desde ese momento, Afla no pudo dejar de pensar en la computadora. Quería aprender todo sobre ella, cómo funcionaba y qué podía hacer. Decidió que haría todo lo posible por descubrir ese maravilloso mundo.
Afla preguntó a su maestra sobre la computadora y ella le dijo que pronto tendrían una en la escuela, pero que por ahora podía familiarizarse con las aplicaciones educativas en la biblioteca. Afla fue corriendo a la biblioteca y pidió al bibliotecario que le mostrara cómo usar la computadora. El bibliotecario, sorprendido por el entusiasmo de Afla, le enseñó los conceptos básicos: encender la computadora, abrir programas, navegar por internet, y más. Afla escuchaba atentamente, absorbiendo cada palabra con un brillo en sus ojos.
Pronto, Afla se volvió una experta en el uso de la computadora. Aprendió a investigar, a crear presentaciones, a utilizar programas de dibujo y a comunicarse con personas de todo el mundo. Pero lo que más le gustaba era encontrar aplicaciones educativas que la ayudaran a aprender más sobre el mundo que la rodeaba.
Un día, la maestra de Afla le pidió ayuda para preparar una presentación sobre animales en peligro de extinción. Afla estaba emocionada ante la idea de crear algo significativo con la computadora. Pasó horas investigando en internet, recopilando información y seleccionando las imágenes más impactantes. Al fin, logró hacer una presentación que dejó a todos impresionados. La maestra elogió su dedicación y le dijo a Afla que tenía un gran talento para la tecnología. Afla se sentía orgullosa y emocionada.
Afla siguió explorando el mundo de la computadora, descubriendo nuevas y emocionantes posibilidades. Se dio cuenta de que la computadora era una herramienta poderosa que le permitía aprender, crear y comunicarse de formas que antes ni siquiera se imaginaba. Decidió que cuando creciera, quería trabajar en algo relacionado con la tecnología, para seguir maravillándose y compartiendo su conocimiento con el mundo. Afla aprendió que con esfuerzo y determinación, uno puede alcanzar cualquier meta, por más desafiante que parezca al principio. Y así, Afla siguió explorando, aprendiendo y sorprendiéndose con el increíble mundo de la computadora.
FIN.