Agustina y la misión mágica


Había una vez en un bosque encantado, una bruja llamada Agustina y su fiel compañera, una gatita negra llamada Luna. Agustina era conocida por ser buena y amable, a diferencia de las brujas malvadas que todos temían.

Agustina y Luna vivían en una pequeña cabaña rodeada de árboles altos y flores coloridas. Juntas, se dedicaban a ayudar a los animales del bosque que necesitaban su magia.

Por las noches, Agustina salía volando en su escoba mágica para proteger el bosque de cualquier peligro. Un día, mientras paseaban por el bosque, escucharon un débil maullido proveniente de unos arbustos. Rápidamente acudieron al lugar y encontraron a un lindo gatito blanco perdido.

Agustina lo tomó entre sus brazos y decidió llamarlo Nieve. Luna estaba emocionada con la llegada del nuevo amigo. Los días pasaron y los tres se convirtieron en inseparables.

Juntos jugaban bajo el sol durante el día y observaban las estrellas brillantes por la noche.

Una mañana soleada, mientras caminaban cerca del río, vieron algo muy extraño flotando en el agua: ¡era un mensaje dentro de una botella! Agustina sacó cuidadosamente el papel mojado y comenzó a leerlo:"-Querida bruja Agustina, Soy la Reina de los Duendes del Bosque Encantado. Necesito tu ayuda para salvar nuestro hogar. El malvado duende Oscuro ha robado nuestra piedra mágica y sin ella, el bosque perderá su magia y se marchitará.

Por favor, ven a nuestro castillo lo antes posible. Tu magia es nuestra única esperanza. Con cariño, La Reina de los Duendes"Agustina sabía que no podía ignorar la súplica de ayuda.

Tomó a Luna y Nieve en sus brazos y volaron hacia el castillo de los Duendes. Al llegar al castillo, fueron recibidos por la Reina de los Duendes, una hermosa criatura con alas brillantes. La reina les explicó que Oscuro había escondido la piedra mágica en lo más profundo del bosque prohibido.

Agustina sabía que debían encontrar la piedra para salvar el bosque encantado. Con valentía, guiada por Luna y Nieve, comenzaron su búsqueda en el oscuro bosque prohibido. Después de mucho buscar entre árboles retorcidos y sombras espeluznantes, encontraron una cueva secreta.

Agustina usó su magia para iluminarla mientras avanzaban con cuidado. De repente, escucharon risas malvadas. Era Oscuro junto a sus secuaces tratando de detenerlos.

Pero Agustina recordó las palabras de la reina: "Tu magia es nuestra única esperanza". Concentró toda su energía mágica y lanzó un poderoso hechizo contra Oscuro. El hechizo hizo retroceder al malvado duende y liberó la piedra mágica que brillaba intensamente.

Agustina tomó la piedra con cuidado y sintió cómo todo el bosque cobraba vida nuevamente. La Reina de los Duendes agradeció a Agustina por su valentía y le otorgó una medalla especial como símbolo de gratitud.

Agustina, Luna y Nieve regresaron a su cabaña en el bosque, donde todos los animales los esperaban con alegría. A partir de ese día, Agustina se convirtió en la protectora oficial del bosque encantado.

Con su magia y el amor incondicional de sus fieles compañeras, lograron mantener el equilibrio y la armonía en todo el lugar. Y así, cada vez que alguien necesitaba ayuda o se encontraba en peligro, sabían que podían contar con Agustina, Luna y Nieve para protegerlos y llenar sus vidas de magia y amor. Fin.

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