Alana, la bombera valiente de Caracas
Había una vez en la ciudad de Caracas, Venezuela, una niña llamada Alana. Alana tenía 4 años y era una niña muy curiosa y valiente.
Vivía junto a su mamá Adriana en un pequeño departamento cerca del parque donde solía jugar con sus amigos. Alana asistía al preescolar Inés Ponte, donde estaba en segundo nivel. Allí tenía muchos amigos con los que compartía juegos y risas. Sus amigos eran Andrés, Valeria, Lis, Liam, Junior e Isabel.
Juntos formaban un grupo inseparable que siempre se divertía y se apoyaba mutuamente.
Un día soleado mientras jugaban en el parque, Alana les dijo a sus amigos con entusiasmo: "¡Cuando sea grande quiero ser bombera! Quiero ayudar a las personas y salvar vidas". Sus amigos la miraron sorprendidos pero emocionados por la valentía de Alana. Unos días después, mientras paseaban por el parque, vieron a unos pajaritos atrapados en un árbol alto y sin poder volar.
Los niños se acercaron para ver qué pasaba y decidieron ayudarlos. Alana recordó lo que quería ser cuando fuera grande y propuso construir juntos una escalera para rescatar a los pajaritos.
"¡Vamos chicos! Necesitamos trabajar en equipo para lograrlo", exclamó Alana emocionada. "Yo traeré algunas ramas", dijo Andrés. "Yo buscaré algo para atarlas", agregó Valeria. "¡Yo puedo subir primero para ayudar a los pajaritos!", ofreció Junior. "Y yo estaré abajo sosteniendo la escalera", dijo Isabel.
Así trabajaron juntos como un verdadero equipo. Construyeron la escalera con las ramas y lograron rescatar a los pajaritos atrapados. Todos estaban felices y orgullosos de lo que habían logrado gracias al trabajo en equipo.
Al llegar la noche, Alana le contó a su mamá Adriana todo lo sucedido en el parque. Estaba emocionada al contarle cómo habían salvado a los pajaritos trabajando juntos como un equipo unido.
"Mamá, cuando sea grande quiero ser bombera para seguir ayudando a quienes lo necesiten", le confesó Alana con determinación. Adriana sonrió orgullosa de su hija y le dijo: "Si sigues siendo tan valiente y solidaria como hoy, sé que lograrás cumplir tus sueños".
Desde ese día, Alana supo que aunque fuera pequeña podía hacer grandes cosas si trabajaba junto a sus amigos con valentía y determinación. Y así continuaron viviendo aventuras juntos aprendiendo importantes lecciones sobre amistad, trabajo en equipo y solidaridad.
Y colorín colorado este cuento ha terminado pero las aventuras de Alana apenas comenzaban.
FIN.