Alas de Sueños


Había una vez, en un bosque encantado, una señorita llamada Lunaris. Desde muy pequeña, Lunaris vivió rodeada de duendes que la cuidaban y le enseñaron muchos secretos mágicos.

Pero lo más maravilloso de todo fue cuando los duendes le enseñaron a volar. Lunaris era una niña muy curiosa y soñadora. Siempre miraba al cielo y deseaba poder volar como los pájaros que veía pasar por encima del bosque.

Los duendes, al ver su deseo tan profundo, decidieron ayudarla. Un día soleado, los duendes llevaron a Lunaris a un claro del bosque donde había un árbol gigante con ramas largas y fuertes.

Uno por uno, los duendes subieron al árbol para mostrarle cómo se balanceaban en las ramas. Después de observar con atención, Lunaris decidió intentarlo ella misma. Con mucho esfuerzo y concentración, Lunaris se subió al árbol y comenzó a balancearse lentamente en las ramas.

Cada vez que iba más alto, sentía la brisa fresca acariciar su rostro y el corazón lleno de emoción. Fue entonces cuando uno de los duendes le dio un consejo:"Lunaris, para volar debes creer en ti misma y confiar en tus alas invisibles".

Lunaris cerró los ojos por un momento e imaginó que tenía unas hermosas alas blancas como las nubes del cielo. Al abrirlos nuevamente, notó algo increíble: ¡tenía unas alas reales! Eran transparentes y brillantes, pero tan fuertes como el metal.

Asombrada por su nueva habilidad, Lunaris extendió sus alas y se lanzó al aire. Flotaba con gracia entre los árboles del bosque mientras los duendes la aplaudían emocionados.

Pero entonces, un viento fuerte empezó a soplar y Lunaris se descontroló en el aire. "¡Ayuda! ¡No sé cómo controlar mis alas!" -gritó asustada. Los duendes rápidamente volaron hacia ella para ayudarla a estabilizarse. Le enseñaron que debía mover sus alas de manera suave y coordinada para mantenerse en equilibrio.

Poco a poco, Lunaris fue aprendiendo a controlar su vuelo y disfrutar de las maravillas del cielo. Con el tiempo, Lunaris se convirtió en la mejor voladora del bosque.

Todos los animales la admiraban mientras surcaba el cielo con elegancia y alegría. Pero no dejaba de recordar lo importante que era creer en sí misma y confiar en sus habilidades.

Un día, cuando ya era una experta voladora, Lunaris decidió compartir su don especial con otros niños del bosque que soñaban con volar también. Les enseñó las técnicas que había aprendido de los duendes y les transmitió el mensaje de nunca dejar de creer en sí mismos.

Desde ese momento, el bosque se llenó de risas y alegrías mientras los niños volaban junto a Lunaris. Juntos descubrieron nuevos lugares mágicos e inexplorados que solo podían ver desde las alturas.

Y así fue como Lunaris logró cumplir su mayor sueño y, al mismo tiempo, inspirar a otros a creer en sí mismos. Porque cuando confiamos en nuestras habilidades y nos permitimos soñar, ¡no hay límites para lo que podemos lograr!

Dirección del Cuentito copiada!