Alas de valentía

En un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, vivía una niña llamada Lety. Lety era muy alegre y divertida, pero tenía un gran problema: le tenía miedo a la oscuridad.

Cada noche, cuando llegaba la hora de dormir, los monstruos debajo de su cama y las sombras en su habitación le jugaban malas pasadas. Un día, cansada de sentirse asustada todas las noches, decidió que era momento de enfrentar sus miedos.

Buscó en el desván de su casa hasta encontrar un libro antiguo sobre cómo vencer el miedo a la oscuridad. En él encontró un hechizo especial que prometía darle alas para volar sobre sus temores.

Emocionada y decidida, Lety siguió las instrucciones del libro al pie de la letra. Preparó una poción con ingredientes mágicos y se la bebió antes de acostarse esa noche.

Al principio no notó ningún cambio, pero cuando cerró los ojos y se sumergió en la oscuridad de su habitación, algo extraordinario sucedió. De repente, Lety sintió que sus pies se despegaban del suelo y comenzaba a elevarse lentamente por encima de su cama. Abrió los ojos y vio que unas hermosas alas brillantes habían crecido en su espalda.

¡Estaba volando! No podía creerlo. Desde lo alto pudo ver toda su habitación iluminada por una luz cálida y reconfortante. Los monstruos debajo de la cama ya no parecían tan aterradores desde esa perspectiva.

Con valentía, decidió acercarse a ellos y descubrió que en realidad eran criaturas amigables que solo querían jugar. Lety continuó explorando el mundo desde las alturas, superando cada uno de sus miedos con determinación.

Voló por encima del bosque oscuro donde reinaban las sombras más densas e incluso se atrevió a adentrarse en una cueva tenebrosa donde vivían murciélagos gigantes. "¡Nunca imaginé que volar sobre mis miedos sería tan emocionante!", exclamaba Lety mientras surcaba los cielos con sus nuevas alas resplandecientes.

Finalmente, al amanecer, Lety regresó a su habitación con una sonrisa radiante en el rostro. Se acostó en su cama sabiendo que ya no volvería a temerle a la oscuridad nunca más.

Desde ese día, todos en Villa Esperanza conocieron la historia de la valiente niña que aprendió a volar sobre sus miedos gracias al poder del coraje y la determinación.

Y aunque todavía había obstáculos por delante, Lety sabía que siempre podría elevarse por encima de ellos con sus propias alas.

Y así fue como Lety se convirtió en un ejemplo para todos los niños del pueblo: demostrando que no hay nada imposible cuando se tiene el valor suficiente para enfrentar nuestros temores más profundos y salir victoriosos.