Alba y el poder de la diversidad
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, una niña llamada Alba. Alba era muy alegre y creativa, le encantaba pintar, cantar y jugar con sus amigos.
Sin embargo, había algo que entristecía su corazón: en la escuela, algunos compañeros la molestaban y le hacían bullying por ser diferente. Un día, cansada de sentirse triste y sola, Alba decidió que era hora de hacer un cambio en su vida.
Se miró en el espejo y se dijo a sí misma: "Ya es suficiente, no dejaré que nadie más me haga sentir mal". Con determinación en los ojos, comenzó a idear un plan para sorprender a todos.
Al día siguiente, cuando llegó a la escuela, todos notaron algo diferente en Alba. Había una chispa de confianza y valentía en su mirada que nunca habían visto antes.
Los matones se acercaron para burlarse de ella como siempre lo hacían, pero esta vez Alba los enfrentó con firmeza. - ¡Ya fue suficiente! No permitiré que me sigan molestando. Soy única y especial tal como soy -dijo Alba con voz firme. Los matones se quedaron sin palabras al ver la transformación de Alba.
Su valentía y seguridad los dejó asombrados. Poco a poco, los demás compañeros se fueron acercando para apoyarla. Incluso aquellos que solían reírse de ella comenzaron a darse cuenta de lo injusto que estaban siendo.
Con el paso de los días, Alba se convirtió en un ejemplo para todos en la escuela. Su actitud positiva y su valentía inspiraron a otros niños a ser amables entre ellos y a respetar las diferencias de cada uno.
Pronto, el bullying desapareció por completo del colegio y todos aprendieron a valorar la diversidad.
Alba descubrió que no tenía que cambiar quien era para ser aceptada; solo necesitaba creer en sí misma y mostrarle al mundo lo maravillosa que era tal como era. Desde ese día, Villa Esperanza se llenó de alegría y amor gracias a la valentía de una niña llamada Alba.
Y colorín colorado este cuento ha terminado, pero recuerda: ¡siempre sé tú mismo porque eres único e irrepetible!
FIN.