Alexander y los 5 miedos


Había una vez en un pequeño pueblo, un niño llamado Alexander, quien tenía cinco miedos que lo atormentaban cada día. El primer miedo de Alexander era a la oscuridad. Por las noches, se escondía bajo las sábanas temblando de miedo. Un día, su abuela le contó la leyenda del valiente guerrero que enfrentó sus miedos en la oscuridad y encontró la luz. Inspirado, Alexander decidió enfrentar su temor y poco a poco fue dejando de tener miedo a la oscuridad. - '¡Lo lograste, Alexander!', exclamó su abuela con alegría.

El segundo miedo de Alexander era a los insectos, aterrado por las arañas y los bichitos que merodeaban en el jardín. Un amigo le enseñó lo importantes que son los insectos para el equilibrio de la naturaleza, y juntos observaron maravillados su comportamiento. Así, Alexander fue superando su miedo y comenzó a apreciar la belleza de los insectos.

El tercer miedo de Alexander era al agua, le aterraba la idea de sumergirse en la piscina. Su hermana mayor, quien era una excelente nadadora, le enseñó que el agua es divertida y puede ser su amiga. Con paciencia y dedicación, Alexander superó su miedo al agua y comenzó a disfrutar de la piscina junto a su hermana.

El cuarto miedo de Alexander era a los perros. Siempre se ponía nervioso al ver a uno. Un día, conoció a un perrito adorable que le demostró ser inofensivo y cariñoso. Poco a poco, Alexander fue perdiendo el miedo y empezó a jugar con él.

El quinto y último miedo de Alexander era a hablar en público. Cuando la maestra le pidió que contara un cuento frente a sus compañeros, sintió un gran miedo. Pero con el apoyo de sus padres, practicó su cuento una y otra vez. Finalmente, cuando llegó el día de la presentación, Alexander habló con seguridad y gracia, demostrando que había superado su miedo a hablar en público.

Desde entonces, Alexander se convirtió en un niño valiente y seguro de sí mismo, dispuesto a enfrentar cualquier temor que se interpusiera en su camino. Aprendió que enfrentar los miedos es el primer paso para alcanzar la valentía y la felicidad.

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