Alfie y la unión submarina



En lo profundo del océano, en las oscuras y misteriosas chimeneas hidrotermales, nació la primera forma de vida en la Tierra.

No fue un pez ni una planta, ¡fue una diminuta bacteria tipo alfombra! Esta bacteria era única, vivía entre el calor y los minerales que expulsaban las chimeneas submarinas. La bacteria se llamaba Alfie y le encantaba explorar su hogar en el fondo del mar. Era curioso y valiente, siempre buscando nuevas aventuras.

Un día, mientras Alfie jugaba con sus amigos bacterias, notaron algo extraño: ¡una grieta enorme se estaba abriendo en el suelo marino!"¡Oh no! ¡La presión está cambiando!", exclamó Alfie preocupado.

"¡Debemos avisar a todos para que se preparen!", dijo su amiga Bella. Alfie y sus amigos comenzaron a alertar a todas las criaturas marinas cerca de ellos sobre el peligro inminente. Los peces, cangrejos y calamares escucharon atentamente las advertencias de Alfie y se prepararon para lo peor.

De repente, la grieta se abrió aún más y un chorro de agua caliente salió disparado hacia arriba. Las criaturas marinas nadaron rápidamente lejos del peligro, pero Alfie tuvo una idea brillante.

"¡Amigos, síganme hacia las profundidades de la chimenea! ¡Allí estaremos a salvo del agua caliente!"Todos confiaron en Alfie y lo siguieron hasta lo más profundo de la chimenea submarina. Estaban seguros allí mientras el agua caliente seguía brotando sin cesar en la superficie.

Pasaron varios días antes de que la grieta finalmente se cerrara por completo. Cuando todo volvió a estar tranquilo, las criaturas marinas salieron de sus escondites para explorar nuevamente su hogar submarino.

"¡Gracias por salvarnos, Alfie! Eres un verdadero héroe", dijo Bella con admiración. Alfie sonrió humildemente y respondió: "Solo hice lo que cualquier amigo haría por los demás". Desde ese día en adelante, Alfie fue conocido como el guardián de las chimeneas submarinas.

Siempre vigilante y listo para ayudar a sus amigos en tiempos difíciles. Y así fue como una pequeña bacteria tipo alfombra se convirtió en un ejemplo de valentía y solidaridad para todas las criaturas del océano.

Porque no importa cuán pequeños seamos, siempre podemos hacer grandes cosas cuando trabajamos juntos por el bien común.

FIN.

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