Alfonsina en el bosque de sandías
Había una vez una niña llamada Alfonsina que vivía en un bosque mágico rodeado de jugosos árboles de sandía. Alfonsina era una niña curiosa y traviesa, a la que le encantaba explorar cada rincón de su hogar en el bosque. Todos los días, se levantaba temprano y salía a recorrer el bosque en busca de aventuras y nuevas sandías que probar.
Un día, mientras exploraba el bosque, Alfonsina se encontró con una ardilla llamada Maní, que vivía en un árbol cercano. Maní era muy amigable y le encantaba jugar con Alfonsina entre los árboles de sandía. Juntos, recorrían el bosque, trepaban los árboles y compartían deliciosas sandías frescas.
Pero un día, una gran tormenta azotó el bosque y arrasó con todos los árboles de sandía. Alfonsina se puso triste al ver su hogar destruido, pero Maní la consoló y le dijo:
- No te preocupes, Alfonsina, juntos podemos encontrar una solución.
Decidieron pedir ayuda a los demás animales del bosque, y entre todos, plantaron nuevas semillas de sandía y cuidaron de ellas con mucho amor. Pasaron los días y las semillas crecieron, dando lugar a un nuevo bosque de sandías, más grande y hermoso que el anterior.
Alfonsina aprendió una gran lección sobre la importancia del trabajo en equipo, el cuidado del medio ambiente y la resiliencia. A partir de ese día, se convirtió en la guardiana del bosque de sandías, asegurándose de que siempre estuviera en armonía y equilibrio.
Maní y los demás animales se convirtieron en sus fieles amigos, y juntos disfrutaban de las deliciosas sandías del bosque mágico. Y colorín colorado, este cuento del bosque de sandías ha llegado a su final.
FIN.