Ali y el pajarito valiente



Había una vez un niño llamado Ali, era el sobrino más pequeño de la familia y también el más consentido. Todos los días recibía regalos, golosinas y todo lo que pedía.

Ali se había acostumbrado a que siempre le dieran todo lo que quería y no sabía cómo ser agradecido por todas las cosas buenas que tenía en su vida.

Un día, mientras Ali jugaba en el jardín de su casa, vio a un pajarito herido en el suelo. El pequeño animalito parecía estar muy débil y necesitaba ayuda. Sin pensarlo dos veces, Ali corrió hacia él para cuidarlo. "Pobrecito pajarito, ¿estás bien?"- preguntó Ali preocupado.

El pajarito movió sus alas débilmente como si quisiera decirle algo. "No te preocupes, yo te ayudaré"- dijo Ali con determinación. Ali corrió hacia la casa para buscar una caja donde pudiera poner al pajarito mientras buscaba ayuda.

Cuando volvió al jardín con la caja, encontró al pajarito mirándolo con gratitud. "Gracias por ayudarme"- dijo el pajarito en voz baja "Eres muy valiente". Ali sonrió felizmente porque nunca antes nadie le había dicho que era valiente.

Mientras cuidaba al pajarito herido durante varios días, Ali aprendió muchas cosas sobre la paciencia y la responsabilidad. Aprendió a darle comida y agua al pajarito todos los días sin falta e incluso le enseñó a volar nuevamente cuando se recuperó completamente.

Una noche, después de haber dejado libre al pajarito para que pudiera volar con sus amigos, Ali se dio cuenta de algo muy importante.

Se dio cuenta de que no siempre podía tener todo lo que quería y que la verdadera felicidad no estaba en los regalos materiales, sino en ayudar a los demás y ser agradecido por lo que tenía. A partir de ese día, Ali comenzó a cambiar su actitud.

Aprendió a decir —"gracias"  cada vez que alguien le daba algo y también aprendió a compartir con los demás. Ya no era el niño consentido que esperaba recibir todo sin dar nada a cambio, ahora era un niño generoso y amable.

La noticia del cambio de actitud de Ali llegó rápidamente a oídos de su familia. Todos estaban sorprendidos y orgullosos de él. Sus padres le dijeron lo feliz que estaban al verlo convertirse en una persona mejor.

"Ali, estamos muy orgullosos de ti"- dijo su mamá sonriendo "Has demostrado ser valiente, responsable y generoso". Ali se sintió tan feliz al escuchar esas palabras porque sabía que había logrado hacer algo bueno para sí mismo y para los demás.

Desde ese día en adelante, Ali siguió siendo el sobrino más pequeño pero ya no era el más consentido. Ahora compartía su tiempo con sus primos jugando juntos y ayudándose mutuamente. Y así fue como Ali aprendió la importancia de ser valiente, responsable y generoso.

Aprendió la verdadera alegría que viene cuando damos sin esperar nada a cambio. Y desde entonces, siempre llevó consigo una pequeña cajita llena de gratitud en su corazón.

FIN.

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