Ali y la sabiduría de la anciana del bosque


Había una vez un chico llamado Ali, un explorador valiente que se adentró en el bosque con su mochila llena de provisiones y muchas ganas de descubrir nuevos lugares.

Pero, mientras caminaba entre los árboles frondosos y escuchaba el canto de los pájaros, Ali se dio cuenta de que se había desviado del camino y estaba perdido. - ¡Oh no! ¿Cómo voy a salir de aquí? -se preguntaba Ali mientras miraba a su alrededor con preocupación.

El sol comenzaba a ponerse y Ali sabía que pronto caería la noche. El hambre empezó a apretar en su estómago y se dio cuenta de que sus provisiones se habían acabado. Con valentía, decidió seguir caminando en busca de ayuda.

Después de un rato, Ali encontró un claro en el bosque donde vio una pequeña cabaña. Con esperanza en el corazón, tocó la puerta y fue recibido por una anciana amable llamada Rosa. - Hola, soy Ali.

Estoy perdido en el bosque y tengo mucha hambre. ¿Podrías ayudarme? -dijo Ali con timidez. Rosa lo invitó a pasar y le ofreció un plato de sopa caliente.

Mientras Ali devoraba la comida con gratitud, Rosa le contó historias sobre la naturaleza y cómo sobrevivir en el bosque. - La naturaleza nos brinda todo lo que necesitamos si aprendemos a respetarla y cuidarla -le dijo Rosa con sabiduría-.

Es importante estar preparados cuando salimos a explorar para no perdernos como tú hoy. Ali asintió con la cabeza mientras escuchaba atentamente las palabras de Rosa. Después de cenar, ella le mostró cómo orientarse usando las estrellas y le dio algunas provisiones para su viaje de regreso a casa.

Con sus energías renovadas y nuevos conocimientos adquiridos, Ali emprendió el camino de vuelta al pueblo. Esta vez prestó atención al camino y siguió las enseñanzas de Rosa sobre cómo sobrevivir en la naturaleza.

Finalmente, después de una larga caminata, Ali llegó sano y salvo al pueblo donde fue recibido con alegría por su familia y amigos.

Les contó todas las aventuras vividas en el bosque e hizo hincapié en la importancia de estar preparados antes de emprender cualquier exploración. Desde ese día, Ali se convirtió en un experto explorador que siempre llevaba consigo todo lo necesario para enfrentar cualquier desafío que pudiera encontrar en su camino.

Y cada vez que recordaba su encuentro con Rosa, sonreía sabiendo que había encontrado mucho más que comida aquella tarde: había encontrado sabiduría para toda la vida.

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