Alice y el poder del amor



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Alegría, una niña llamada Alice que tenía un super poder muy especial: el poder del amor.

Desde que nació el 31 de agosto del 2016, Alice irradiaba alegría y felicidad a su alrededor. Alice vivía con su mamá, Clara, quien había estado muy triste desde la partida de su papá.

A pesar de los esfuerzos de Clara por salir adelante, la tristeza se había instalado en su corazón y no podía sacarla. Un día, mientras jugaba en el jardín, Alice notó que su mamá estaba especialmente triste. Decidió entonces usar su super poder del amor para ayudarla.

Se acercó a Clara y le dio un abrazo cálido y sincero. "¿Qué te pasa mamá? Estás tan triste", preguntó Alice con preocupación. Clara intentó sonreír para no preocupar a su hija, pero no pudo ocultar sus sentimientos por mucho tiempo.

Finalmente, decidió contarle a Alice lo que la tenía tan afligida. "Mi amor, extraño mucho a tu papá y me siento sola sin él", confesó Clara con los ojos llenos de lágrimas.

Alice abrazó aún más fuerte a su mamá y le dijo con ternura: "No estás sola mamá, yo estoy aquí contigo y te quiero mucho. Juntos podemos hacerle frente a la tristeza". Clara se sorprendió por las sabias palabras de su pequeña hija.

De repente, sintió cómo el corazón se le llenaba de amor y esperanza. Por primera vez desde hacía mucho tiempo, una sonrisa genuina se dibujó en su rostro.

A partir de ese momento, Alice decidió ayudar a su mamá todos los días con pequeños gestos de amor: le preparaba el desayuno, le daba abrazos reconfortantes y le recordaba lo especial que era para ella. Con el paso del tiempo, la tristeza fue desapareciendo poco a poco del corazón de Clara gracias al amor incondicional de Alice.

Madre e hija descubrieron juntas que el amor era la fuerza más poderosa del universo capaz de sanar cualquier dolor. Finalmente, Clara comprendió que aunque ya no tenía físicamente a su esposo junto a ella, siempre lo llevaría en su corazón.

Y supo apreciar todo el amor que aún tenía a su alrededor gracias a la presencia luminosa de Alice en su vida.

Y así fue como gracias al super poder del amor de Alice, madre e hija aprendieron juntas una valiosa lección: que siempre hay luz incluso en los momentos más oscuros si nos tenemos mutuamente con cariño y comprensión.

FIN.

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