Alicia y el misterio de Roberto
En un futuro no muy lejano, en una ciudad llena de tecnología y magia, vivía Alicia, una chica robot que parecía completamente humana. Tenía una sonrisa brillante y una curiosidad insaciable por el mundo. Su compañero más fiel era el Loro Pepe, un loro robótico que podía buscar cualquier información al instante.
Un día, mientras exploraban el parque de la ciudad, Alicia y Pepe se encontraron con un pequeño robot llamado RT. RT era simpático y siempre estaba organizando su casa.
"¡Hola, RT! ¿Qué estás haciendo?" - preguntó Alicia.
"¡Estoy construyendo una máquina que limpia toda la casa en un instante!" - respondió RT emocionado.
De repente, un temblor hizo vibrar el suelo. La gente comenzó a murmurar. Alicia, Pepe y RT se miraron preocupados.
"¿Qué fue eso?" - preguntó RT.
"No lo sé, pero parece que alguien está causando problemas en la ciudad", respondió Alicia.
Decidieron averiguar qué estaba ocurriendo. Mientras caminaban por las calles, se enteraron de que Roberto, un enorme monstruo, estaba atemorizando a los hombres que iban a trabajar, ¡se los estaba comiendo!"¡Eso no puede seguir así!" - dijo Alicia con determinación.
"¿Cómo vamos a detenerlo?" - preguntó Pepe, dudando un poco.
"Debemos enfrentarlo, pero con inteligencia, no solo con fuerza" - propuso RT, que siempre pensaba en soluciones creativas.
Los tres amigos se pusieron a pensar.
"Pepe, usa tus habilidades de búsqueda y averigua más sobre Roberto" - dijo Alicia.
"¡Enseguida!" - contestó Pepe, mientras comenzó a volar buscando información.
Después de un rato, el Loro volvió con datos curiosos.
"¡Escuchen! Roberto no siempre fue un monstruo terrible. Cuando era pequeño, sufrió muchas burlas porque era diferente. ¡Él solo quiere ser aceptado!"
"Eso explica su comportamiento" - dijo RT, pensativo.
Alicia tuvo una idea.
"¿Y si le hacemos una propuesta? Invitemos a Roberto a jugar con nosotros en lugar de asustarlo".
Los amigos se acercaron al lugar donde Roberto estaba y comenzaron a llamarlo.
"¡Roberto! ¡Ven a jugar con nosotros!" - gritó RT, su voz pequeña sonando fuerte en el aire.
"Nos enteramos de que estabas solo. Queremos ser tus amigos", agregó Alicia.
Roberto se asomó de detrás de un árbol enorme.
"¿Amigos? Pero… yo soy un monstruo, los monstruos no tienen amigos" - dijo con una voz profunda y triste.
"No importa qué seas, lo que importa es cómo eres. Te invitamos a compartir y jugar con nosotros" - le aseguró Alicia.
Al principio, Roberto dudó. Pero la amabilidad de Alicia y sus amigos lo tocó.
"Está bien, pero no sé cómo jugar" - respondió Roberto, un poco tímido.
RT lo animó.
"No te preocupes, te enseñaremos. Vamos a construir una gran torre juntos".
Juntos, empezaron a trabajar y, para sorpresa de Roberto, él era muy bueno construyendo. Con el tiempo, olvidó su soledad y su enojo. Se rió y disfrutó de la compañía de sus nuevos amigos.
Finalmente, cuando la torre estuvo terminada, todos estaban felices.
"¿Ves, Roberto? No es tan difícil tener amigos. Solo hace falta un poco de voluntad" - dijo Alicia con una gran sonrisa.
Desde ese día, Roberto no volvió a asustar a nadie. En cambio, se convirtió en el guardián del parque y en el mejor amigo de Alicia, Pepe y RT. Juntos, vivían muchas aventuras, aprendiendo que cada uno tiene su propia historia, y que la amistad puede transformar incluso a los más temidos.
Y así, en esa ciudad llena de tecnología, la bondad y la comprensión siempre ganaron.
Los cuatro amigos aprendieron que ser diferente está bien y que la verdadera fuerza está en tener empatía y construir puentes entre los demás.
FIN.