Alicia y el Río Renacido



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Verde, una niña llamada Alicia. Desde muy pequeña, Alicia había sido consciente de la importancia de cuidar el planeta y proteger el medio ambiente.

Siempre recogía la basura que encontraba en su camino y apagaba las luces para ahorrar energía. Un día, mientras paseaba por el parque del pueblo, Alicia se dio cuenta de que algo no estaba bien.

El río que solía estar limpio y cristalino ahora estaba lleno de basura y contaminación. Se sintió triste al ver cómo los patitos nadaban entre plásticos y botellas vacías. Decidida a hacer algo al respecto, Alicia decidió hablar con los adultos del pueblo para buscar una solución.

Sin embargo, todos le decían que era un problema demasiado grande y que no se podía hacer nada al respecto. Pero Alicia no se dio por vencida.

Recordó una historia que su abuela solía contarle sobre un árbol mágico en lo profundo del bosque que tenía el poder de purificar cualquier fuente de agua contaminada. Sin dudarlo, Alicia se adentró en el bosque en busca del árbol mágico.

Después de horas de búsqueda, finalmente lo encontró: un majestuoso árbol con hojas brillantes y frutos resplandecientes. "Árbol mágico, por favor ayúdame a salvar nuestro río", dijo Alicia con voz temblorosa. El árbol comenzó a brillar intensamente y sus ramas se extendieron sobre el río contaminado.

Poco a poco, la basura desapareció y el agua volvió a ser cristalina como antes. Los habitantes del pueblo se sorprendieron al ver la transformación milagrosa del río y pronto todos se unieron para mantenerlo limpio y protegido.

Alicia se convirtió en la heroína de Villa Verde y su valentía inspiró a otros niños a seguir su ejemplo. Juntos organizaron jornadas de limpieza, plantaron árboles y promovieron prácticas sostenibles en todo el pueblo.

Gracias a la determinación de Alicia y la magia del árbol mágico, Villa Verde se convirtió en un lugar próspero donde la naturaleza florecía y todos vivían en armonía con el medio ambiente.

Y así, Alicia demostró que nunca es demasiado tarde ni demasiado pequeño para marcar la diferencia y salvar al mundo de la contaminación.

FIN.

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