Alicia y el Sombrerero Loco en la estación de tren de Arroyo Corto



Alicia estaba esperando el tren en la estación de tren de Arroyo Corto, cuando de repente vio en la distancia a alguien que parecía estar muy apurado. Conforme se acercaba, se dio cuenta de que era el Sombrerero Loco.

El Sombrerero Loco estaba corriendo de un lado a otro, con su característico sombrero en la mano y una mirada de preocupación en su rostro. Alicia se acercó a él y le preguntó:

- ¿Qué te pasa, Sombrerero? Pareces muy apurado.

El Sombrerero Loco se detuvo, sorprendido de ver a Alicia, y le explicó que había perdido su reloj mágico, el cual era el único que podía decirle la hora exacta en el País de las Maravillas. Sin él, temía que nunca llegaría a tiempo a la fiesta del té con la Reina de Corazones.

Alicia, siempre curiosa y valiente, se ofreció a ayudar al Sombrerero a buscar su reloj mágico. Juntos, comenzaron a buscar por toda la estación, revisando bajo los bancos, en los rincones más oscuros y detrás de las taquillas. Pasaron un rato buscando y, justo cuando estaban a punto de darse por vencidos, Alicia vio algo brillar bajo una mesa.

¡Era el reloj mágico del Sombrerero Loco! Con una sonrisa de alegría, lo recogieron y se apresuraron a llegar al tren que los llevaría al País de las Maravillas.

Una vez en el tren, el Sombrerero Loco le agradeció a Alicia por su valiosa ayuda y le prometió invitarla a la próxima fiesta del té en el País de las Maravillas. Alicia estaba emocionada y agradecida, contenta de haber hecho un nuevo amigo y de haber vivido una aventura tan emocionante y mágica. Desde ese día, Alicia y el Sombrerero Loco se convirtieron en grandes amigos y compartieron muchas otras aventuras en el maravilloso mundo del País de las Maravillas.

FIN.

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