Alicia y la lección de la amistad

Alicia era una niña muy feliz, llena de risas y aventuras. Siempre estaba rodeada de amigos con los que jugaba y compartía momentos divertidos. Uno de sus mejores amigos era Martín, con quien solía pasar la mayoría del tiempo.

Juntos jugaban, reían y se contaban secretos. Sin embargo, un día algo inesperado sucedió. - Hola, Martín, ¿quieres jugar conmigo hoy? - preguntó Alicia emocionada.

- No, hoy no puedo jugar contigo, tengo nuevos amigos y prefiero estar con ellos - respondió Martín con indiferencia. Alicia se sintió muy triste y decepcionada. No entendía por qué Martín ya no quería ser su amigo. Durante varios días, Alicia se sentía sola y sus risas ya no eran tan frecuentes.

Sin embargo, decidió hablar con Martín para entender qué había pasado. - Martín, ¿por qué ya no quieres ser mi amigo? ¿Hice algo mal? - preguntó Alicia con voz temblorosa. - Lo siento, Alicia.

Me dejé llevar por mis nuevos amigos y no me di cuenta de lo importante que eras para mí. Me equivoqué al alejarme de ti, ¿me perdonas? - respondió Martín arrepentido.

Alicia, con el corazón lleno de amor y comprensión, abrazó a su amigo y le dijo que sí lo perdonaba. A partir de ese momento, Alicia y Martín volvieron a ser amigos inseparables, pero algo había cambiado. Ambos comprendieron que la verdadera amistad no se trata de cuántos amigos tienes, sino de la calidad de esas amistades.

Aprendieron que la amistad implica lealtad, comprensión, perdón y amor. Juntos vivieron muchas más aventuras, pero esta vez valorando su amistad como un tesoro invaluable.