Alienígenas en Castro


Hace mucho tiempo, en un pueblo llamado Castro, algo extraordinario sucedió. Una nave espacial aterrizó en medio del campo de fútbol local, y de ella salieron unos simpáticos aliens con ojos brillantes y coloridas antenas.

Los habitantes de Castro se sorprendieron al ver a estos seres tan diferentes a ellos, pero pronto descubrieron que eran amigables y curiosos.

Los aliens comenzaron su visita por el pueblo en el Instituto IES da Terra Chá, donde observaron a los estudiantes aprender matemáticas y ciencias. Se maravillaron con la tecnología terrestre y con la forma en que los jóvenes se esforzaban por aprender cada día.

Uno de los aliens, llamado Zog, exclamó: "-¡Qué increíble es todo esto! Me encantaría poder estudiar aquí también. "Luego, los aliens se dirigieron al campo de fútbol local, donde vieron a niños y niñas correr tras un balón con alegría y entusiasmo.

Se sorprendieron al ver cómo trabajaban en equipo para alcanzar un objetivo común. Otro alienígena llamado Luna dijo: "-¡Esto es genial! En nuestro planeta no tenemos deportes como este. ¡Quiero aprender a jugar!"Finalmente, los aliens visitaron la feria que se celebraba todos los miércoles en Castro.

Probaron dulces locales, montaron en las atracciones y bailaron al ritmo de la música tradicional del pueblo. Estaban encantados con la calidez de las personas y con la diversidad cultural que encontraron.

Después de un día lleno de nuevas experiencias, los aliens se reunieron para discutir si debían regresar a su planeta o quedarse en Castro. Zog dijo: "-Creo que hemos encontrado un lugar especial aquí. Me siento inspirado por el deseo de aprender de los humanos.

" Luna asintió emocionada: "-Yo también quiero quedarme. ¡Hay tanto por descubrir y disfrutar juntos!"Así fue como los aliens decidieron quedarse a vivir en Castro.

Los habitantes les dieron la bienvenida con los brazos abiertos y juntos aprendieron unos de otros sobre sus culturas y costumbres. Los niños del pueblo jugaron fútbol con los alienígenas, compartiendo risas e historias entre sí.

Y desde ese día, Castro se convirtió en un lugar aún más especial gracias a la llegada de estos curiosos viajeros del espacio exterior que encontraron en él un nuevo hogar lleno de amor y amistad. Y colorín colorado, Este cuento ha terminado. Los extraterrestres felices quedaron, En Castro encontrando lo que buscaban.

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