¡Aliméntate y sonríe!



Había una vez en una pequeña escuela primaria llamada "El Patio Feliz", donde los niños pasaban sus días aprendiendo y jugando. Pero un día, algo extraño comenzó a suceder.

Los niños solían estar llenos de energía y alegría, pero de repente se volvieron pálidos y cansados. No tenían ganas de jugar ni de aprender. La maestra, la señorita Laura, estaba muy preocupada por sus alumnos.

Un día, mientras los niños estaban sentados en el aula con caras tristes, la señorita Laura decidió investigar qué estaba pasando. Se acercó a Juanito, uno de los estudiantes más activos y le preguntó: "Juanito, ¿qué te pasa? Pareces triste".

Juanito suspiró y respondió: "- Señorita Laura, me siento débil todo el tiempo. No tengo energías para hacer nada". La señorita Laura pensó que tal vez había algo mal con la comida en la escuela.

Decidió hablar con el cocinero del comedor escolar para ver si podía encontrar alguna pista. Cuando llegaron al comedor escolar, encontraron al cocinero exhausto detrás de los fogones. "-¡Ay señorita Laura! Estoy tan ocupado preparando las comidas que no tengo tiempo para asegurarme de que sean saludables", dijo el cocinero.

La señorita Laura se dio cuenta rápidamente de que la comida poco saludable era la causa del problema en "El Patio Feliz". Decidió tomar cartas en el asunto.

Se reunió con todos los padres y les explicó lo que estaba sucediendo con sus hijos. Les pidió que colaboraran en la preparación de comidas saludables y les dio recetas fáciles y nutritivas para que las hicieran en casa. Los padres estaban preocupados por la salud de sus hijos y aceptaron ayudar.

Empezaron a enviar meriendas saludables como frutas, verduras y yogur a la escuela. También se ofrecieron voluntarios para ayudar al cocinero a preparar comidas más nutritivas. Poco a poco, los niños comenzaron a sentirse mejor.

Sus caras volvieron a llenarse de sonrisas y su energía regresó. Se dieron cuenta de que comer alimentos saludables era importante para tener una buena salud.

Un día, después del recreo, mientras los niños jugaban felices en el patio, Juanito se acercó a la señorita Laura con una sonrisa radiante en su rostro. "- Señorita Laura, ahora me siento fuerte y lleno de energía gracias a la comida saludable", dijo emocionado.

La señorita Laura estaba feliz al ver cómo los niños habían recuperado su vitalidad. Agradeció a los padres por su apoyo y trabajo duro para mejorar la alimentación en "El Patio Feliz".

Desde ese día, todos los niños aprendieron sobre la importancia de comer alimentos saludables para mantenerse fuertes y llenos de energía. Y así, "El Patio Feliz" se convirtió en un lugar donde todos sabían que cuidar su salud era fundamental para ser felices.

Y colorín colorado, esta historia ha terminado ¡pero siempre recordaremos lo importante que es cuidar nuestra alimentación!

FIN.

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