Alma, la valiente



Había una vez una niña llamada Alma que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas. Alma era muy inteligente y tenía muchos amigos, pero a veces se sentía triste porque algunos niños la molestaban por ser diferente.

Un día, mientras jugaba en el parque con sus amigos, un grupo de niños comenzó a burlarse de ella. "¡Miren a esa niña rara! ¡Siempre está sola!", decían entre risas.

Alma se sintió muy mal y no sabía cómo defenderse. Pero entonces recordó las palabras de su mamá: "Alma, siempre debes defenderte cuando alguien te ofenda. No permitas que nadie te haga sentir menos". Así que respiró profundamente y se acercó al grupo de niños.

"No me gusta que me ofendan", dijo con firmeza. Los niños se quedaron sorprendidos por su valentía y dejaron de reírse. "Lo siento, Alma", dijo uno de los niños más grandes del grupo. "No queríamos hacerte sentir mal".

Desde ese momento, Alma supo que podía defenderse y hacer respetar sus derechos sin necesidad de pelear o lastimar a nadie. Pero eso no fue todo lo que aprendió esa tarde en el parque.

También descubrió algo importante sobre sí misma: que se amaba tal como era y valoraba su individualidad. "¿Por qué tengo que ser como todos los demás?", pensó Alma mientras caminaba hacia su casa después del incidente en el parque.

"Me gusta ser diferente y eso es algo bueno". Desde ese día, Alma siguió siendo fiel a sí misma e hizo lo posible para aceptar las diferencias en los demás también.

Y aunque a veces todavía se sentía un poco triste cuando alguien la ofendía, sabía que podía manejarlo y no permitir que le afectara tanto. Así creció Alma, una niña fuerte y valiente que aprendió a defenderse, amarse y valorarse tal como era. Y sus amigos la admiraban por eso.

FIN.

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