Almaamiga y el hogar del sapo



Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, una perrita llamada Almaamiga. Era muy juguetona y siempre estaba llena de energía. Vivía feliz con su dueña, la señora Marta, quien la cuidaba y le daba mucho cariño.

Un día soleado, mientras Almaamiga exploraba el jardín trasero de su casa, vio algo verde y saltarín entre las flores. ¡Era un sapo! El sapo se llamaba Croquetas y también vivía en el jardín de la señora Marta.

Almaamiga se acercó emocionada al sapo y le dijo: "¡Hola Croquetas! ¿Qué haces saltando por aquí?". El sapo respondió: "Hola Almaamiga, estoy buscando mi hogar perfecto. Quiero encontrar un lugar donde pueda vivir cómodo y seguro".

La curiosidad invadió a Almaamiga y le preguntó: "¿Por qué no te quedas aquí en el jardín? Es un lugar maravilloso con muchas cosas interesantes para explorar".

Croquetas suspiró tristemente y explicó: "Me encantaría quedarme aquí, pero hay muchos peligros para mí. Los gatos vecinos me persiguen todo el tiempo". Almaamiga no pudo soportar ver triste a su nuevo amigo. Decidió ayudarlo a encontrar un hogar seguro donde pudiera estar tranquilo.

Juntos emprendieron una aventura por el pueblo en busca del lugar perfecto para Croquetas. Caminaron por calles estrechas, subieron colinas empinadas e incluso cruzaron ríos cristalinos. Durante su viaje, conocieron a muchos animales que les contaron historias de sus hogares y cómo habían encontrado la felicidad.

Almaamiga y Croquetas no se rindieron. Continuaron su búsqueda incansablemente, hasta que llegaron a un hermoso parque lleno de árboles frondosos y flores coloridas. Allí encontraron a Don Gato, el líder de una pandilla de gatos amigables.

Don Gato les ofreció ayuda y les dijo: "Aquí en el parque todos los animales viven en armonía. No hay peligros ni preocupaciones". Almaamiga y Croquetas se emocionaron mucho al escuchar eso.

Desde ese día, Croquetas encontró su hogar perfecto en el parque. Los gatos del lugar lo aceptaron como uno más de la pandilla y Almaamiga visitaba a menudo para jugar con él.

La historia de Almaamiga y Croquetas enseña a los niños la importancia de ayudar a los demás y nunca rendirse ante las dificultades. También muestra la importancia de buscar un lugar seguro donde todos puedan vivir felices sin miedo.

Y así, Almaamiga siguió siendo una perrita llena de energía, pero ahora también era conocida como "la amiga fiel" por ayudar al sapito Croquetas a encontrar su hogar ideal. Juntos demostraron que cuando nos apoyamos unos a otros, siempre podemos hacer grandes cosas.

FIN.

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