Amanda y sus amigos en la nieve
Había una vez, en un pequeño pueblo de Canadá, una adorable panda llamada Amanda. A sus 4 años, Amanda era una niña muy curiosa y siempre estaba buscando nuevas aventuras.
Amanda vivía rodeada de montañas cubiertas de nieve, y su mayor deseo era hacerse muchas amigas con las que pudiera jugar en la nieve. Pero había un problema: Amanda no conocía a ningún otro animalito en el pueblo.
Un día, mientras caminaba por el bosque con su mamá panda, Amanda vio algo brillante entre los árboles. Se acercó corriendo y descubrió que era una hermosa bola de nieve con ojos y brazos. - ¡Hola! Soy Nievecita -dijo la bola de nieve con una voz suave y dulce-.
¿Eres nueva por aquí? - ¡Sí! Mi nombre es Amanda -respondió emocionada la pequeña panda-. Me encanta jugar en la nieve, pero no tengo amigas para hacerlo.
Nievecita sonrió y le dijo a Amanda que ella también buscaba amigos para jugar en la nieve. Juntas decidieron explorar el pueblo en busca de nuevos compañeros de juegos. Caminaron por calles nevadas hasta llegar al lago helado del pueblo.
Allí encontraron a Trineo, un simpático zorro que estaba patinando sobre hielo. - ¡Hola! Soy Trineo -saludó el zorro mientras daba vueltas sobre el hielo-. ¿Quieren aprender a patinar? Amanda y Nievecita aceptaron emocionadas la invitación del zorro.
Pronto estaban deslizándose por el lago, riendo y divirtiéndose como nunca. De repente, escucharon un ruido proveniente del bosque. Era Saltarina, una conejita muy ágil que saltaba de rama en rama. - ¡Hola! Soy Saltarina -exclamó la conejita mientras hacía piruetas en el aire-.
¿Quieren aprender a saltar como yo? Amanda, Nievecita y Trineo estaban encantados con la idea. Saltaron y brincaron por todo el bosque, disfrutando de la compañía de su nueva amiga. Pero aún faltaba alguien más para completar su grupo de amigos.
Decidieron ir al parque del pueblo, donde encontraron a Pelotita, una osa polar muy divertida que estaba jugando al snowboard. - ¡Hola! Soy Pelotita -gritó la osa polar mientras realizaba acrobacias en su tabla-.
¿Quieren aprender a hacer snowboard? Amanda, Nievecita, Trineo y Saltarina aceptaron emocionadas el desafío. Deslizándose por las montañas cubiertas de nieve, se convirtieron en los mejores amigos y amigas. Desde ese día, Amanda la panda tuvo muchas aventuras junto a sus nuevos amigos.
Juntos construyeron iglús gigantes, hicieron guerras de bolas de nieve e incluso organizaron un gran festival invernal para todo el pueblo.
Amanda aprendió que no importa cuántos años tengas o dónde vivas; siempre puedes encontrar amigos dispuestos a compartir momentos únicos contigo. Y así fue como Amanda la panda cumplió su deseo: tener muchas amigas con las que jugar en la nieve. Y colorín, colorado, esta historia de amistad y diversión en la nieve ha terminado.
¡Hasta la próxima aventura!
FIN.