Ámbar, la niña que soñaba con el universo



Ámbar era una niña curiosa y soñadora que siempre miraba al cielo con fascinación. Desde pequeña, le encantaba observar las estrellas, los planetas y la luna, y soñaba con viajar por el universo.

Un día, mientras paseaba por el parque, se encontró con un anciano que estaba mirando fijamente el cielo. "¿Qué estás haciendo, abuelito?", preguntó Ámbar con curiosidad. "Estoy buscando mi estrella", respondió el anciano con una sonrisa. Ámbar se sorprendió y le preguntó cómo era su estrella.

El anciano le explicó que cada persona tiene su propia estrella en el universo, y que cuando la encuentras, tus sueños se hacen realidad. Desde ese día, Ámbar comenzó a buscar su estrella todas las noches.

Pasaron meses y meses, y Ámbar no encontraba su estrella. Estaba a punto de rendirse cuando recordó las palabras del anciano: "cuando menos lo esperes, aparecerá". Decidió seguir buscando con paciencia y esperanza.

Una noche, mientras observaba el cielo estrellado, vio una estrella que brillaba de manera especial. Sintió que era su estrella y una emoción indescriptible la invadió. Llenó su corazón de alegría y sintió una conexión especial con el universo.

Desde ese día, Ámbar tenía claro que no importaba lo grande que fuera su sueño, siempre valía la pena perseguirlo. Decidió estudiar astronomía y se convirtió en una gran científica, contribuyendo con importantes descubrimientos sobre el universo.

Siempre recordaba la lección del anciano: nunca dejes de buscar tu estrella, porque cuando la encuentres, tus sueños se harán realidad.

FIN.

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