Amigas a través de la distancia



Había una vez una niña llamada Sofía, que tenía una mejor amiga llamada Valentina. Aunque vivían lejos la una de la otra, siempre encontraban la manera de mantener su amistad muy fuerte.

Un día, Sofía se dio cuenta de que el Día del Amigo estaba muy cerca y decidió sorprender a Valentina con algo especial. Quería hacer algo que demostrara cuánto significaba su amistad para ella.

Sofía pensó y pensó hasta que tuvo una brillante idea: ¡organizar un viaje sorpresa para visitar a Valentina! Sabía que no sería fácil, pero estaba dispuesta a hacer todo lo posible para llevarlo a cabo. Primero, Sofía fue a hablar con sus padres.

Les explicó su plan y les pidió permiso para viajar sola en avión. Sus padres estaban preocupados por dejarla ir sola, pero al ver lo importante que era esta sorpresa para Sofía, finalmente accedieron.

Sofía comenzó a ahorrar dinero haciendo pequeños trabajos en casa y ayudando a sus vecinos. Además, escribió cartas y vendió pulseras hechas por ella misma para recaudar más fondos. Estaba decidida a lograrlo. Después de meses de trabajo duro y esfuerzo, finalmente llegó el día del viaje sorpresa.

Sofía abrazó emocionada a sus padres antes de subir al avión y prometió llamarlos todos los días. Al llegar al pueblo donde vivía Valentina, Sofía sintió mariposas en el estómago. Estaba ansiosa por verla después de tanto tiempo separadas.

Valentina no tenía idea de que Sofía estaba en camino. Mientras tanto, Sofía se encontró con un poco de problemas para encontrar la casa de Valentina. Pero no se rindió y finalmente llegó a su destino.

Cuando tocó el timbre, Valentina abrió la puerta y se quedó boquiabierta al ver a Sofía parada frente a ella. Las dos amigas se abrazaron emocionadas y comenzaron a reír y llorar de felicidad.

Durante los siguientes días, Sofía y Valentina hicieron todo lo que siempre habían soñado hacer juntas. Pasaron largas tardes jugando en el parque, construyendo castillos de arena en la playa y explorando nuevos lugares.

Pero lo más importante fue que aprovecharon cada momento para recordarse cuánto significaban una para la otra. Se dieron cuenta de que aunque estuvieran lejos físicamente, su amistad era tan fuerte como siempre.

Llegado el día del amigo, Sofía sorprendió a Valentina con un álbum lleno de fotos y recuerdos especiales que habían creado durante su visita sorpresa. Fue un regalo muy emotivo que selló aún más su amistad eterna. Al finalizar el viaje, Sofía volvió a casa llena de alegría por haber logrado sorprender a su mejor amiga.

Aprendió que cuando realmente quieres algo y trabajas duro por ello, puedes lograrlo sin importar los obstáculos que encuentres en el camino. Desde aquel día, las dos niñas siguieron manteniendo viva su amistad mediante cartas escritas a mano y llamadas telefónicas regulares.

Sabían que aunque estuvieran lejos, siempre estarían conectadas por el lazo más fuerte: el verdadero amor y la amistad.

FIN.

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